En una nueva muestra del tono ideológico que atraviesa al oficialismo, la diputada nacional de La Libertad Avanza, Lilia Lemoine, salió a defender con fuerza la alianza estratégica entre Javier Milei y el presidente estadounidense Donald Trump. En declaraciones públicas, Lemoine no solo reivindicó el vínculo con Washington, sino que aprovechó la oportunidad para atacar a los sectores que cuestionan la subordinación política y económica del gobierno argentino a los intereses norteamericanos.
El detonante fue un comentario de Juan Grabois, quien había advertido que "un alto funcionario del Gobierno anuncia que se está utilizando el dinero del swap entre la Argentina y EE.UU", "Agrega el mencionado funcionario que el acuerdo genera ganancias para el país... No, no es Caputo. Es Scott Bessent y las ganancias son para EEUU. Metetelo en la cabeza: nos gobierna una casta de traidores a la patria", lanzó a través de su cuenta personal de X.
La respuesta de Lemoine no se hizo esperar. "No puedo creer que Grabois simplemente se enoje porque a Estados Unidos le fue bien apoyando a la Argentina, somos aliados estratégicos. A él le hubiera gustado ser aliado de China, Irán o Venezuela. Le molesta ideológicamente", sostuvo la legisladora, con su habitual tono provocador, durante una entrevista con el medio oficialista LN+ de la mano del periodista amigo de Javier Milei, Luis Majul.
Sin embargo, la polémica escaló cuando la diputada fue más allá del debate político y apeló a un discurso abiertamente discriminatorio. De hecho, sostuvo que los argentinos se tomaron para bien que la Argentina se alinee con Estados Unidos porque "la gente normal" no tiene problemas con el gobierno norteamericano". "Que yo diga que los zurdos son anormales queda en mí. Pienso que algo no les anda bien", describió la diputada amante del cosplay.
Y agregó de manera aberrante: "Si vos pasás la adultez, empezás a pagar impuestos, sos responsable, trabajás y seguís siendo zurdo, algo muy bien no te anda". En un intento de justificar su ataque, añadió que "cualquier persona que sigue esa ideología, más siendo educada, tiene un problema que es más moral o emocional, que no tiene nada que ver con lo intelectual".
Con estas declaraciones, Lemoine dejó entrever una visión que naturaliza la intolerancia hacia la disidencia política y degrada el debate público a un nivel de agresión personal y desprecio ideológico. El cierre de su intervención no hizo más que reafirmar esa postura: "Hay que ser muy retorcido para preferir una alianza internacional con Irán, Rusia, China o Venezuela en lugar de Estados Unidos", remató.