El caso de la senadora electa por la minoría de Río Negro, Lorena Villaverde tuvo un giro inesperado. Es que a pesar de haber sido elegida en las elecciones del 26 de octubre, Villaverde se convirtió en la única de los 24 nuevos legisladores que no podrá asumir su banca este viernes.
Su diploma fue retirado y será revisado nuevamente por la Comisión de Asuntos Constitucionales después del 10 de diciembre, lo que deja en suspenso su futuro político y genera intensas repercusiones en el ámbito legislativo. Hasta hace pocos días, todo indicaba que Villaverde tenía los votos necesarios para sortear las impugnaciones presentadas en su contra y asumir su banca.
Incluso sectores del kirchnerismo, que inicialmente mostraban resistencia, reconocían dificultades para impedir su ingreso. Sin embargo, en una reunión clave entre los jefes de bloque y la vicepresidenta del Senado, Victoria Villarruel, se decidió separar su caso del resto y postergar la definición sobre su diploma.
El reglamento del Senado establece que los legisladores electos deben participar en la sesión preparatoria, formar quórum y votar los diplomas de los nuevos senadores, excepto el propio; sin embargo, Villaverde no podrá cumplir con este procedimiento hasta que la nueva Cámara se pronuncie sobre su situación y, para el peor de sus males tampoco podrá jurar quien sería su reemplazo, dejando vacante la banca correspondiente a la minoría de Río Negro.
La controversia que rodea a Villaverde no es menor: la senadora electa enfrenta serias acusaciones como una causa por venta estupefacientes abierta en Estados Unidos en 2002, que incluye su presunta vinculación con Claudio Ciccarelli, un empresario relacionado con Federico "Fred" Machado, conocido por su implicación en el resonante caso del "Profe" José Luis Espert.
Además, desde el PJ de Río Negro -que presentó la impugnación contra Villaverde- se alude a antecedentes penales previos a su postulación como candidata. También se le acusa de haber incurrido en "amenazas y amedrentamiento" hacia periodistas, abogados y ciudadanos que hicieron público su pasado y sus vínculos con el narcotráfico y la corrupción.
La senadora Florencia López, de Unión por la Patria, fue contundente al referirse al caso, calificándolo como un "intento desesperado" por parte de algunos sectores para salvar a una persona vinculada con actividades ilícitas. López incluso mostró una fotografía de Villaverde tomada durante su detención en Estados Unidos por tenencia de drogas.
Cabe recordar que en el Senado también se presentaron impugnaciones contra los peronistas Martín Soria y Jorge Capitanich, pero sus diplomas fueron finalmente validados; sin embargo, el caso de Lorena Villaverde destaca por la gravedad de las acusaciones en su contra.