En medio de una creciente tensión cambiaria y una marcada necesidad de divisas, el de las fuerzas del cielo liderado por Javier Milei, enfrenta un desafío monumental para sostener la estabilidad económica. En este contexto, la reciente ampliación de la política de retenciones cero, anunciada por el vocero presidencial Manuel Adorni, busca aliviar la presión sobre las reservas y garantizar un flujo constante de dólares provenientes del sector del campo.
En un mensaje difundido a través de su cuenta en la red social X, Adorni confirmó que las retenciones cero ahora incluyen la exportación de carnes avícolas y bovinas, además de los principales granos y subproductos. "El Gobierno Nacional definió que habrá retenciones cero también para la exportación de carnes avícolas y bovinas hasta el 31 de octubre de 2025. Este es el único gobierno que, ante las adversidades, responde bajando impuestos", enfatizó el vocero.
La medida, que estará vigente hasta octubre de 2025 o hasta alcanzar las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) por 7.000 millones de dólares, busca acelerar la liquidación de divisas por parte de los exportadores. Según lo estipulado, los exportadores deberán liquidar al menos el 90% de las divisas provenientes de sus operaciones dentro de los tres días hábiles posteriores a la presentación de las DJVE.
El anuncio llega apenas horas después de que el Gobierno extendiera las retenciones cero para todos los granos, una decisión que también fue comunicada por Adorni en redes sociales: "La vieja política busca generar incertidumbre para boicotear el programa de gobierno. Al hacerlo castigan a los argentinos: no lo vamos a permitir. Por eso, y con el objetivo de generar mayor oferta de dólares durante este período, hasta el 31 de octubre habrá retenciones cero para todos los granos", declaró.
Si bien la estrategia apunta a fortalecer la competitividad exportadora y calmar la volatilidad del dólar, los productores rurales muestran señales de cautela frente a un escenario económico incierto. La liquidación de exportaciones, principal fuente de divisas del país, se ralentizó en los últimos meses, complicando los planes oficiales para sostener las bandas cambiarias y evitar mayores presiones inflacionarias.
El desafío para Milei no es menor. Con elecciones legislativas del 26 de octubre a la vuelta de la esquina y un mercado cambiario que refleja una creciente desconfianza, el Gobierno necesita demostrar eficacia en su política económica. Sin embargo, depender casi exclusivamente del ingreso de dólares provenientes del campo podría ser una apuesta arriesgada, especialmente si los productores deciden postergar sus operaciones en espera de mejores condiciones.
A medida que se profundiza la crisis económica, Javier Milei enfrenta uno de los dilemas más complejos de su gestión: encontrar la fórmula para que el flujo de dólares no sea escaso pero por otro lado no sacrificar la poca estabilidad fiscal que le queda a su gobierno.