Frente al avance de la derecha, Myriam Bregman, del Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad (FIT-U), se alza nuevamente como diputada nacional, representando una alternativa de lucha y resistencia. Su victoria en las elecciones del pasado 26 de octubre pone en el centro del debate el impacto de las políticas estadounidenses en la política argentina.
Bregman, quien ha sido una figura clave en la defensa de los derechos humanos, los trabajadores y los jubilados, destacó: "Creo que es un reconocimiento a todo lo que hicimos durante este tiempo del gobierno de Milei. La pelea no empezó ahora, es un gobierno que ya venía siendo muy duro contra los jubilados, las personas con discapacidad y los trabajadores", afirmó en diálogo con Radio 10.
El Frente de Izquierda logró consolidarse como una fuerza relevante en un escenario dominado históricamente por la derecha y en CABA, Bregman se convirtió en una de las voces más críticas frente al avance de Javier Milei. En sus declaraciones, no dudó en señalar el rol de actores internacionales en este proceso: "Lo que funcionó fue el enorme chantaje de Estados Unidos diciendo: 'si ustedes no votan a La Libertad Avanza, me voy y es un estallido'. Nadie quiere que se vuele el dólar o que aumenten todos los precios".
La campaña del FIT-U se caracterizó por su cercanía con las luchas populares. Con actividades en plazas barriales, encuentros con trabajadores y una militancia incansable, Bregman y su equipo lograron romper la polarización en algunos distritos clave: "Es la única fuerza del frente de izquierda que rompe la polarización en la provincia. Hay un reconocimiento a lo que hicimos y para nosotros es un compromiso, porque ahora viene un Congreso muy duro que hay que enfrentar con mucha firmeza", señaló la diputada.
Sin embargo, Bregman lamentó la ausencia de debates públicos durante la campaña, lo que dificultó exponer las propuestas del FIT-U frente a las de otras fuerzas políticas. En declaraciones a Splendid AM 990, expresó: "Hubiésemos tenido una mejor elección si se debatía. Tanto Alejandro Fargosi como Itaí Hagman no quisieron debatir. ¿Por qué no podíamos debatir y mostrar que sus propuestas eran antipopulares?".
Uno de los puntos más contundentes del análisis de Bregman fue su denuncia sobre la influencia de Estados Unidos en la política de las fuerzas del cielo que calificó como un "chantaje feroz" y advirtió: "Trump necesita un aliado y la verdad es que Milei, más que un aliado, es un empleado. Él le da órdenes y Milei cumple. Se la jugaron muy grande con la cantidad de dólares que pusieron para que Milei llegue a las elecciones".
Además, señaló el lugar estratégico que ocupa Argentina en el tablero geopolítico internacional: "Hay un avance feroz de Estados Unidos. Argentina pasó a ser una pieza fundamental de ese tablero geopolítico. Tendríamos que haber discutido más en la campaña qué se iba a hacer con el Fondo Monetario".
Bregman llamó a no bajar los brazos y a fortalecer la movilización popular frente a las reformas impulsadas por el gobierno nacional: "Milei ya dijo que avanza con la reforma laboral y previsional. Pero nosotros ya vimos en 2017 cómo una gran movilización pudo frenar esas leyes. Hay herramientas, y si hay una calle decisiva, los votos en el Congreso cambian", enfatizó.
La diputada también advirtió sobre los riesgos de caer en la desmoralización tras los resultados electorales: "Voy a pelear mucho contra la desmoralización. Si encima de estos resultados agregamos el bajón, lo que logramos es que la derecha se fortalezca, y eso lo pagan los más desprotegidos: trabajadores, jubilados y niños".
Con cuatro bancas aseguradas en el Congreso Nacional, Bregman destacó la importancia de representar fielmente a quienes confiaron en su espacio político. No obstante, reconoció: "Suponemos que no es nada bueno, ni para el pueblo ni para los trabajadores, que esté en el país el JP Morgan, pero eso es algo en lo que vamos a tener que concentrarnos para sacarlo a la luz y enfrentarlo en la calle".
El mensaje de Myriam Bregman no solo se dirige al electorado argentino, sino también a quienes luchan contra las políticas neoliberales en toda América Latina. Su denuncia sobre el rol de Estados Unidos y el FMI resuena más allá de las fronteras, evidenciando cómo las decisiones económicas internacionales impactan directamente en la vida cotidiana de millones de personas.