El Gobierno de Javier Milei dio luz verde a la entrega de las principales centrales hidroeléctricas del país a manos privadas, culminando un proceso que genera profunda preocupación entre sectores políticos, sociales y ambientales.
Así las cosas, a través de la Resolución 1910/2025, se oficializó la precalificación de empresas para la privatización de los complejos hidroeléctricos Alicurá, El Chocón, Cerro Colorado y Piedra del Águila.
El procedimiento, enmarcado en las leyes 27.742 de emergencia pública en materia administrativa, económica, financiera y energética) y 23.696 de Reforma del Estado, que habilitan privatizaciones en el sector energético bajo la excusa de una supuesta "emergencia pública", se lleva adelante adelante con una celeridad que no deja de llamar la atención.
Cabe recordar que las represas fueron construidas con fondos públicos y representan una fuente clave de generación eléctrica aunque también son una herramienta crucial para la gestión hídrica del país; con esta decisión, pasarán a manos privadas por los próximos 30 años.
Ya se sabe cuáles con las empresas precalificadas para participar en la licitación se encuentran nombres conocidos del sector energético, tanto nacionales como internacionales. Entre ellas destacan Edison Inversiones, Hidroeléctrica Futaleufú SA (asociada con Genneia SA y Aluar), Central Costanera SA, Central Puerto SA, Pampa Energía SA, ENEL Argentina SA y Aes Argentina Generación SA. Estas empresas competirán por el control de las represas en un proceso que finalizará con la apertura de ofertas a través del Sistema CONTRAT.AR.
Algo que cabe resaltar es que el paquete accionario a vender incluye el 100% de las acciones: 51% Clase A, 47% Clase B y 2% Clase C. Es decir se está entregando la operación de las represas como así también el control total sobre su gestión y los beneficios económicos derivados de su explotación.
La apertura oficial de las ofertas está programada para mañana viernes 28 de noviembre a las 10 de la mañana, marcando el paso definitivo hacia la privatización total de estos bienes estratégicos y soberanos.
Las centrales hidroeléctricas no solo generan energía limpia y renovable, sino que también cumplen funciones clave en la regulación hídrica, la prevención de inundaciones y el suministro de agua para riego y consumo humano. En un contexto global donde los recursos hídricos son cada vez más escasos y estratégicos, la decisión del gobierno de Javier Milei de transferir este control al sector privado resulta como mínimo alarmante y triste.