Mañana, 5 de octubre, se llevará a cabo un momento crucial para el movimiento obrero argentino: la renovación de las autoridades de la Confederación General del Trabajo (CGT). Con un panorama político marcado por la inminente reforma laboral impulsada por Javier Milei, las negociaciones entre los principales referentes sindicales están al rojo vivo.
La principal discusión tiene que ver sobre si habrá continuidad en el modelo de triunvirato o se optará por una conducción unificada y las horas previas al congreso en el estadio de Obras Sanitarias prometen definiciones clave.
El actual triunvirato, integrado por Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (Estacioneros) y Octavio Argüello (Camioneros), podría dar paso a una nueva estructura. En este contexto, los nombres de Cristian Jerónimo (Vidrio), Jorge Sola (Seguros) y la incorporación de una figura feminista como Maia Volcovinsky (Judiciales) están ganando fuerza como posibles protagonistas del recambio. La combinación de experiencia y juventud parece ser el eje central de las discusiones.
Omar Plaini, líder de los canillitas, defendió con uñas y dientes la vigencia del triunvirato como una herramienta para garantizar la unidad dentro de la CGT: "Es fundamental mantenernos unidos y discutir nuestras diferencias puertas adentro", afirmó en declaraciones a AM 530. Plaini también subrayó la importancia de incorporar dirigentes jóvenes que aporten una nueva perspectiva, sin perder de vista los valores históricos de la central obrera y, en esa línea refirió: "Es momento de buscar un equilibrio entre experiencia y renovación", añadió.
Sin embargo, no todos comparten esta visión; por ejemplo, Mario Manrique, referente de SMATA, cuestiona la efectividad del modelo de triunvirato, calificándolo como un símbolo de la falta de unidad real dentro del movimiento obrero: "La CGT necesita un liderazgo claro y contundente. Si hay verdadera unidad, se elige un dirigente y todos lo respaldan", argumentó. Además, Manrique enfatizó la necesidad de adoptar una postura más firme frente a las políticas laborales del gobierno libertario que no hace más que destruir los derechos laborales argentinos: "No basta con oponerse; debemos salir a las calles y hacer visible nuestra lucha", advirtió.
El desafío no es menor... con meses clave por delante, en los que la reforma laboral será un tema central, la CGT deberá articular una estrategia que combine resistencia y propuestas concretas: "El pueblo trabajador necesita un mensaje claro y contundente", dijo y en la misma línea insistió: "En enero y febrero se vienen meses clave. Y la CGT debe empezar a tener un mensaje contundente hacia el pueblo trabajador. De lo contrario va a ser irremontable su posición ante la sociedad", dijo contundentemente.
En este clima de expectativa, el congreso de mañana será decisivo para definir no solo los nombres que liderarán la CGT, sino también el rumbo que tomará una institución con 95 años de historia con el desafío más grande de su historia que es remontar el barrilete de los derechos laborales y sociales en tiempos de ultraderecha.