El Senado de la Nación fue epicentro de un inesperado enfrentamiento de ceremonial y protocolo que en realidad tiene sus bases en las profundas diferencias políticas entre Victoria Villarruel y los esotéricos hermanos Javier y Karina Milei. Todo se dio en la sesión de la jura de los nuevos senadores.
La protagonista de este capítulo fue Karina, quien se vio envuelta en una disputa con la vicepresidenta por un palco reservado en el recinto. Lo que parecía ser un trámite protocolar terminó convirtiéndose en un episodio cargado de tensión, incomodidad y maniobras que comenzó el pasado jueves por la noche, cuando desde Casa Rosada se gestionó, a través de Patricia Bullrich, la reserva del "palco de la Presidencia" en la Cámara alta para que la hermana del presidente de las fuerzas del cielo pudiera presenciar la ceremonia.
Sin embargo, el pedido fue rechazado tajantemente por Villarruel, quien consideró inapropiado que se utilizara a una tercera persona como intermediaria: "Si quiere ocupar un palco que lo pida de manera formal, como corresponde", fue el mensaje que la vicepresidenta transmitió a través de Bullrich.
La solicitud formal finalmente llegó por correo electrónico horas más tarde, pero ya era demasiado tarde. Para entonces, todos los palcos del recinto habían sido asignados a gobernadores, familiares de los senadores electos y representantes de la prensa acreditada.
La tensión se hizo visible por fin el viernes al mediodía, cuando la hermana del presidente conocida por sus coimas del 3% en el sector de discapacidad llegó al Congreso acompañada por el jefe de Gabinete designado, Manuel Adorni, y el ministro del Interior, Diego Santilli: el panorama no era alentador.
Sin respuesta oficial al pedido tardío, los tres funcionarios quedaron en una incómoda situación, todos parados contra una pared del hemiciclo, esperando a que se les asignara un lugar mientras eran observados por las cámaras y el resto de los presentes.
La escena fue tan inusual como vergonzosa. Se vio personal correr de un lado a otro a personal de Presidencia de la Nación frenéticamente para encontrar una solución pero todo quedaba registrado: así, primero intentaron ocupar un palco destinado a periodistas, pero no había espacio disponible. Luego intentaron acceder al sector reservado para gobernadores, pero allí ya estaban ubicados Leandro Zdero (Chaco), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Rolando Figueroa (Neuquén).
Finalmente, y tras varios minutos de incertidumbre, Karina, Santilli y Adorni lograron ser ubicados en un palco del primer piso. Para ello, sin embargo, se tomó una decisión que no pasó desapercibida: se desplazó a la familia de Alejandro Fitzgerald, quien minutos después juraría como nuevo secretario administrativo del Senado. También compartió ese palco Eduardo "Lule" Menem, sobrino del expresidente Carlos Menem y uno de los implicados en al causa de coimas en el sector de discapacidad.
💣 Bombita. Bullrich también le reclamó a Villarruel que no la dejó hablar tras la jura y alegó que "fue lo acordado"
Con Karina Milei como figura central, varios senadores electos se acercaron a rendirle homenaje y culto. Nadia Márquez, representante por Neuquén, saludó a Milei con una reverencia al estilo oriental. Alfredo Olmedo, conocido dirigente salteño, optó por un gesto más peculiar: formó con sus manos el símbolo clásico de los liberales.
El momento más destacado llegó cuando Patricia Bullrich, quien había sido intermediaria en el fallido pedido inicial, juró su banca. En ese instante, Karina Milei y sus acompañantes se pusieron de pie para aplaudirla con efusividad, marcando una clara muestra de apoyo.