La televisión argentina ya tiene su propio ecosistema de tormentas perfectas: basta una frase desafortunada, un comentario sobre cuerpos ajenos y un estudio con panelistas de alto voltaje emocional. El episodio del miércoles en LAM lo confirmó de nuevo. Yanina Latorre y Romina Scalora -que hace exactamente un mes se habían enfrentado en las redes sociales tras los resultados de las elecciones legislativas del pasado 26 de octubre- quedaron atrapadas en un cruce que empezó como debate y terminó como intercambio de gritos, reproches y definiciones políticas inesperadas.
Todo surgió por los polémicos dichos del periodista Daniel Gómez Rinaldi en Radio Rivadavia, donde se refirió a Pilar Smith como "gorda Piggy" tras su dura crítica a los premios Martín Fierro Latino. La frase cruzó el umbral de la radio y explotó en todos los programas de espectáculos, pero fue en LAM donde la temperatura subió al máximo. Romina Scalora intentó poner matices al escándalo desde el inicio. "Yo digo que vos nunca tenés el parámetro de lo que le duele más al otro. Para mí no está bien", señaló, defendiendo la postura de Rinaldi en el marco del debate. Pero no alcanzó a desarrollar mucho más.
En ese momento, Yanina Latorre la interrumpió de inmediato. "¿No decimos todos los días que no hay que hablar de los cuerpos?", lanzó, con el tono filoso que suele encender el panel. Scalora insistió al afirmar que más allá de que esté mal, es algo que sucede y las redes sociales lo multiplican. "Vos después entrás a Twitter y por algo que decís acá te dicen desnutrida, raquítica. Es algo que está pasando", contextualizó. Pero Yanina no cedió en su postura: mencionó que como comunicadores no deberían opinar sobre cuerpos ajenos.
Y allí, sin previo aviso, llegó la frase que desató el terremoto: "Yo no puedo creer que vos, que sos peroncha y que sos feminista, estás defendiendo que un tipo le diga 'gorda' a otra persona". La palabra prohibida hizo estallar todo. Scalora la frenó en seco, a los gritos: "Yo no te digo ni libertaria, ni facha, nunca en la vida. No me digas peroncha. Discutí conmigo mi postura sin decirme peroncha". El clima ya era volcánico. Latorre, lejos de retractarse y acostumbrada a estos cruces, subió la apuesta: "Es que no soy libertaria... Para mí los peronistas son peronchos". Y se quedó mirándola fijo, sin moverse un centímetro de su posición.
La interna siguió escalando cuando Scalora recordó que la propia Latorre había generado un escándalo al criticar el pelo de Mónica Farro. "Nosotros nos estamos escandalizando por esto y está bien que a ella le moleste", insistió, retomando la posición inicial. Pero la discusión ya estaba desbordada: pasó de los cuerpos al feminismo, del feminismo a la política y de la política a lo personal. El cruce duró apenas un par de minutos al aire, pero alcanzó para viralizarse en las redes sociales.