La veda electoral tiene sus reglas claras: nada de encuestas, proyecciones ni bocas de urna antes de las 21:00. Sin embargo, este domingo la impaciencia le jugó una mala pasada a LN+, que en plena transmisión dejó ver en pantalla lo que parecía un sondeo a boca de urna en la provincia de Buenos Aires. La imagen apareció, se mantuvo unos segundos y desapareció tan rápido como un pestañeo. Pero ya era tarde: en la era de las capturas de pantalla, nada pasa desapercibido.
El artículo 71 del Código Nacional Electoral es contundente: cualquier encuesta o proyección difundida antes de las 21 horas carece de validez oficial y su publicación constituye una violación a la normativa. Sin embargo, el "error" televisivo bastó para encender suspicacias. ¿Fue un accidente técnico o un adelanto disfrazado? Mientras tanto, en redes sociales y grupos de WhatsApp circulaban presuntos bocas de urna desde temprano.
Según los pasillos políticos, muchas consultoras y comandos de campaña realizan sondeos internos a lo largo de la jornada, pero lo hacen con un único objetivo: medir tendencias de consumo propio. Lo que no deberían hacer -y todos hacen- es filtrarlos al público. El episodio resulta más grave si se considera el contexto: este domingo 7 de septiembre los bonaerenses votaron nada menos que 1.500 cargos provinciales y municipales, entre ellos 46 diputados, 23 senadores, más de mil concejales y más de 400 consejeros escolares. Con 14,3 millones de personas habilitadas, se trató de la elección desdoblada más relevante del calendario.
Pero la ansiedad fue mala consejera. A falta de resultados oficiales, algunos medios prefirieron correr el riesgo de violar la ley antes que esperar hasta las 21 horas. Y así fue como, entre boletas y urnas, LN+ protagonizó un blooper que se suma a la larga lista de irregularidades mediáticas en tiempos electorales. Lo cierto es que los bonaerenses deberán esperar hasta entrada la noche para conocer los primeros datos oficiales. Mientras tanto, los medios y las redes seguirán jugando a las escondidas con la información. Porque si algo demuestran estas elecciones, es que la impaciencia, más que los votos, puede convertirse en la verdadera protagonista de la jornada.