Eugenia "la China" Suárez no conoce de aterrizajes tranquilos. Su regreso a la Argentina vino con más turbulencias que un vuelo low cost: entrevistas canceladas, dardos cruzados en redes, un viejo favor expuesto y una guerra fría con los medios de comunicación. Todo empezó con la polémica caída de su entrevista en Luzu TV, luego de ser rechazada por Olga, que terminó, como suele pasar en el universo "chinista", en un escándalo de tuits, indirectas y una publicación cargada de ironía.
El martes por la noche, mientras ardían las redes por la "cancelación" de su paso por el programa Antes que Nadie, la periodista Laura Ubfal publicó en X: "Nico Occhiato dejó sin nota a China Suárez. Ella sólo quería hacer nota si estaba él... que busque a sus voceros habituales". La actriz no dejó pasar el mensaje y respondió sin filtro: "Laurita, te sale el resentimiento por los poros siempre. Además, repetís como lorito lo que te dicen y te dejás operar".
Y lejos de dar el brazo a torcer, la China reveló un favor del pasado: "Hace años que no te doy notas porque no respeto cómo te manejás. Ahora, cuando tuviste que escribirme para pedirme que reciba bien a tu hija que iba a trabajar en la serie que estaba filmando, no tuviste ningún problema". Ubfal eligió el silencio... por unas horas. Ya el miércoles por la noche, en LAM, la periodista se defendió de las acusaciones de estar "operada" por Wanda Nara y de ser "resentida".
"Primero que no me opera nadie, ni soy resentida, no tengo por qué serlo. Jamás hablé mal de ella, puede buscar todo lo que sea. Lo único que hago es dar información", lanzói Laurita. Sobre el supuesto pedido de nota, fue contundente: "Nunca pedí una nota con ella, jamás. Hablé con la gente de Disney y me invitaron a la conferencia de prensa, nada más". Y en cuanto al tema de su hija, cerró: "De mi hija no voy a hablar. Trabaja desde los 16 años, tiene bajo perfil y jamás necesitó de nadie".
Lo cierto es que en medio de este revuelo, la actriz volvió a su cuenta de Instagram y decidió cambiar el tono. Dos fotos en un estudio de grabación, auriculares puestos, campera de cuero, mirada serena y una frase simple, pero contundente: "A trabajar". Sin comentarios habilitados y sin explicaciones. La publicación fue interpretada como una respuesta en clave: basta de polémicas, vuelve el foco al trabajo. Aunque el contexto, claro, no ayudó a bajarle la espuma al escándalo.
En paralelo, la China había tuiteado sobre su ex pareja Benjamín Vicuña: "Hace mucho se le pidió que deje de filtrar información sobre mis hijos. Pero es más fuerte que él llorar en cámara". Entre cruces con periodistas, reproches a su ex y un entorno mediático que parece no darle respiro, la China eligió refugiarse en lo que mejor sabe hacer: actuar. Según trascendió, se encuentra en plena postproducción de su serie Hija del fuego, que se estrena el 19 de noviembre en Disney+.