El mundo del espectáculo y los escándalos políticos nunca decepcionan, y esta vez los protagonistas son nada menos que Karina Jelinek y Leonardo Fariña, quienes reaparecieron cada cual con su fiel estilo discursivo. Y si algo se sabe es que cuando Karina habla, las redes arden, y cuando Fariña opina... bueno, también.
Todo comenzó con una entrevista de Fariña en A24, donde el empresario repasó su vida pasada cuando se ligó a los negocios espurios y que dio como resultado una investigación exhaustiva del crecimiento desmedido de su patrimonio: ese combo explosivo de Ferraris, tapas de revistas y una mega boda con la espectacular modelo.

Pero lejos de recordar esos días con nostalgia, Fariña lanzó una frase que dejó a más de uno boquiabierto: "La peor etapa de mi vida. A nadie le recomiendo casarse con Jelinek o estar en una tapa de revista". ¡Pum! Directo al corazón de la morocha más divertida del país.
Pero eso no fue todo. Fariña continuó filosofando sobre la vida y los valores: "¿Está buenísimo tener una Ferrari? Sí. ¿Pero qué beneficios me trajo? Ninguno". Y claro, entre Ferraris y matrimonios fallidos, el empresario parece haber encontrado la iluminación. Hoy, casado nuevamente y con una familia ensamblada, asegura que no extraña nada de su pasado glamoroso. Ni las revistas, ni los autos deportivos, ni... bueno, ya se sabe quién.
Jelinek, por supuesto, no iba a quedarse callada ante semejante declaración. Al enterarse de las palabras de su exmarido, Karina disparó desde Instagram: "¿Cómo le van a hacer esa pregunta? ¡Atrasan! Me comparan con una Ferrari, ¡no soy una cosa!". Y ahí nomás agregó su toque personal: "Tampoco recomiendo que se casen con vos, Leo. Lo dejo a tu criterio", expresó al filósofa contemporánea.
Por supuesto, esta no es la primera vez que Karina y Leonardo protagonizan un cruce mediático. Su matrimonio en 2011 fue digno de una película de Hollywood: lujo desmedido, cámaras por doquier y un romance que parecía sacado de un cuento de hadas (aunque terminó más cerca de una novela de suspenso). Y aunque el amor se apagó hace tiempo, los reproches siguen vivitos y coleando.
Karina no solo devolvió el golpe, sino que lo hizo con su clásica ironía que ya es marca registrada. Pero como si eso fuera poco, la modelo aprovechó para recordarle a Fariña un pequeño detalle financiero que parece haber quedado olvidado en el tiempo: "¿En serio? Entonces devolveme lo que te presté, como una boluda caí también".
En resumen, este cruce entre Karina Jelinek y Leonardo Fariña deja varias enseñanzas: 1) No todos los matrimonios son como en las películas románticas; 2) Las Ferraris pueden ser muy lindas, pero no compran la felicidad; y 3) Si te prestan plata, tarde o temprano hay que devolverla.