El Teatro Lola Membrives fue anoche el escenario de una función inolvidable. La adaptación teatral de Rocky, protagonizada por Nicolás Vázquez, ya venía siendo un éxito, pero nadie podía imaginar lo que sucedería en el tramo final: entre el público estaba Lionel Messi, el mejor futbolista del planeta y gran amigo del actor. La presencia del astro se mantuvo en secreto hasta el desenlace. Messi no estuvo solo: lo acompañaron su mamá Celia, su papá Jorge, sus hermanos Matías y Rodrigo y todos sus sobrinos.
Cuando se puso de pie, el murmullo se transformó en un estallido de sorpresa, aliento y emoción. La sala entera se entregó a una ovación que combinó aplausos, gritos y cánticos. "Messi, Messi" y "Dale campeón" retumbaron en cada rincón del teatro como un homenaje espontáneo al capitán del seleccionado argentino. Nico Vázquez tomó el micrófono y presentó al invitado estrella con una frase que hizo delirar a la platea: "Como Rocky somos todos, quería regalarnos a todos nosotros, a todo este equipo y a todos ustedes una sorpresa que no se la esperan. Para mí acá está el Rocky más importante de este país y diría casi del mundo, con ustedes... Leo Messi".
El actor, visiblemente conmovido, siguió entre risas y complicidad: "No sé cómo mierda hicimos para guardar esto tanto tiempo. Leo, le voy a agradecer que se haya animado a venir y además a mí me conmueve que no vino solo, vino con su familia hermosa". Y cerró con admiración: "Lo que más me conmueve de él es su persona. Así que nada, Leo, gracias por estar acá. Decime qué te pareció que es importante y... Ah, yo me muero. Que me hables vos".
Messi, nervioso y feliz, tomó la palabra: "No, bueno, la verdad que fue espectacular. Son unos fenómenos todos. Para mí, como dijiste, es una noche muy especial. No se da siempre que toda mi familia esté en Buenos Aires, porque siempre están en Rosario. Nada, te lo había prometido que iba a venir y tenía que venir. Encontramos... ¡Estoy nervioso, estoy nervioso! Por suerte pude venir, pude disfrutarlo, pude estar acompañado de mi familia. Es una gran noche. Y bueno, estar al lado tuyo, al lado de todos, para mí, es lo más importante. Nos hiciste disfrutarla, la pasamos muy bien. Un placer haber podido estar presente, haber compartido esta noche con todos ustedes".
Vázquez, emocionado hasta las lágrimas, concluyó con una definición que condensó la magia del momento: "Señoras y señores, acaban de conocer la definición de la humildad. Con ustedes, Leo Messi, campeón del mundo. El mejor jugador de la historia, de un deporte y una persona increíble. Gracias por haber compartido esta noche. Esto fue Rocky en Buenos Aires y en la hermosa Argentina. Hasta siempre, buenas noches".
Luego del cierre, Messi se dirigió al camarín y compartió una charla íntima con Nicolás, prolongando una velada que quedará en el recuerdo de todos los presentes. En la previa del partido de la Selección frente a Venezuela y posiblemente en lo que será su último partido oficial en Argentina con la camiseta albiceleste por Eliminatorias, La Pulga eligió disfrutar de una noche distinta: entre aplausos, teatro, amistad y familia, en un homenaje tan inesperado como merecido.