Migue Granados mantuvo una entrevista mano a mano con Iván Schargrodsky, donde habló de distintos temas, pero uno de los ejes principales fue la discusión en torno a los antivacunas, un movimiento que en los últimos meses volvió a poner en duda un método de cuidado y prevención sobre todo desde la semana pasada en la que se organizó un evento en el Senado de la Nación con un sin fin de personalidades que intentaron demostrar la poca o nula efectividad de las vacunas.
En los últimos días, el debate sobre las vacunas resurgió con fuerza y volvieron a cobrar notoriedad los discursos de quienes cuestionan una herramienta sanitaria que lleva décadas demostrando su eficacia. En este contexto, Granados aseguró que no piensa "ser tibio" y llamó a la población a vacunar a sus hijos: "El sarampión estaba erradicado y volvió porque un rebaño de gente no se vacuna".
Además, el humorista fue tajante: "Si esto tiene un trasfondo político y me quieren pute**, me chupa un huevo. Pero vacunen a los chicos".
Granados reconoció que la vacuna contra el COVID fue una respuesta rápida frente a un virus que se propagó por el mundo con más velocidad de la que la ciencia podía responder. Sin embargo, remarcó la importancia de cumplir estrictamente con el calendario de vacunación obligatorio.
Aún destacando el rol crucial de las vacunas, el conductor señaló que existen otras medidas complementarias que también ayudan a prevenir contagios: "He discutido mucho con papás del cole. Cuando volvimos a clases yo decía: 'Abran las ventanas, loco'".
Las declaraciones de Migue Granados llegan en medio de la polémica por un acto realizado en el Congreso, avalado por Martín Menem y protagonizado por funcionarios del PRO y del espacio libertario, donde se intentó desestimar a las vacunas como un método efectivo de prevención y cuidado de la salud.