Nancy Pazos volvió a ocupar el centro de la escena política este domingo, y no precisamente por su paso por el streaming de Olga ni por sus intervenciones en A la Barbarossa. La periodista, siempre filosa, opinó sobre la designación de su ex pareja, Diego Santilli, como nuevo ministro del Interior y sorprendió a propios y extraños con una declaración tan elogiada como contundente. "No hace falta esperar hasta mañana para saber qué veo. La designación de Diego Santilli es una jugada excelente. Le suma profesionalismo y diálogo al Gobierno. Y le quita un diputado a PRO, dándole uno más a La Libertad Avanza", escribió Pazos en X.
Pero lo mejor vino en el cierre, cuando deslizó con sutileza una pregunta con veneno político: "Al que hay que preguntarle si está contento es a Mauricio Macri". La referencia no fue casual. El ex presidente venía de manifestar su enojo con el presidente Javier Milei reas su encuentro nocturno en Olivos por la designación de Manuel Adorni como jefe de Gabinete, tras la salida de Guillermo Francos. En un extenso posteo en redes, Macri había cuestionado el reemplazo de un funcionario con "capacidad y equilibrio" por "otro sin experiencia", y lamentó que no se optara por un perfil más técnico como el de Horacio Marín, presidente de YPF.
En un texto que mezcló supuesta preocupación institucional con reproches apenas disimulados hacia Milei, el líder del PRO lanzó: "El jefe de Gabinete de Ministros es una figura esencial: coordina los equipos políticos y de gestión en torno a una agenda y una estrategia. A esta decisión a mi juicio desacertada se suma la falta de resolución de las conocidas disputas internas del gobierno". Que Pazos apuntara precisamente a Macri tras elogiar la designación de Santilli no pasó inadvertido: su mensaje fue leído como un comentario con doble filo. Por un lado, un reconocimiento a la capacidad política del "Colo", pero por otro, una ironía dirigida a su viejo entorno macrista.
Pero más allá del comentario político, el posteo de Pazos también reavivó la historia personal entre ambos. Desde la campaña electoral, la periodista no había ocultado su malestar por el ascenso político de su ex marido. Tras las elecciones del 26 de octubre -cuando Santilli logró imponerse en la provincia de Buenos Aires como candidato de La Libertad Avanza-, Pazos había sido tajante: "No quería que le vaya bien", había confesado en el streaming de Olga.
En esa misma entrevista, lo definió como un "ser humano extraño" y acusó a Santilli de haber influenciado ideológicamente a sus tres hijos: "Son bastante libertarios... el padre es candidato, están muy influenciados por una visión cruel del mileísmo". Días después, en A la Barbarossa, reafirmó que no lo felicitaría y que esa corriente política "le aterra". La respuesta no tardó en llegar, pero no de Santilli, sino de su hijo mayor, Nicanor, piloto de TC2000, quien publicó una historia en Instagram con una foto del festejo electoral y una frase cargada de emoción: "Aguantando los golpes hasta de gente de la que menos lo esperábamos... Es un orgullo llamarte mi papá. Te amamos".
Pazos, con su característico desdén, minimizó el gesto: "Es un chico divino, no es contra mí". Ahora, con Santilli ya en el Gabinete de Javier Milei y convertido en uno de los nombres fuertes de la nueva etapa del gobierno, el giro discursivo de Nancy parece marcar un nuevo capítulo en una saga de cruces públicos, ironías políticas y heridas personales. Lo cierto es que su elogio llegó con una sonrisa traviesa: celebró la "jugada excelente" de Milei, elogió a su ex, y al mismo tiempo le clavó un alfiler al ego de Mauricio Macri, hoy en plena disputa de poder con el Presidente. Una jugada que, como diría ella, también fue "excelente".