Natalia Oreiro volvió a desplegar su carisma frente a los micrófonos durante la presentación de su nueva película, La mujer de la fila. Con la frescura que la caracteriza, la actriz uruguaya se metió en una polémica que viene dando vueltas en el ambiente desde hace semanas: las declaraciones de Guillermo Francella sobre el cine argentino que no cayeron bien del todo. El protagonista de Homo Argentum había dicho días atrás que "hay cine que es muy premiado pero que le da la espalda al público", lo que generó chispazos con colegas que lo acusaron de menospreciar al cine independiente. "Lo popular no tiene por qué estar peleado con la calidad. Lo popular siempre es como medio denostado porque es sinónimo de comercial. En ese sentido no comulgo yo", había dicho el actor hincha de Racing.
Consultada por Desayuno Americano sobre esa postura, Oreiro no esquivó la respuesta: "Yo celebro que todas las personas puedan expresarse, que sea respetada su expresión, aunque uno no esté de acuerdo. En lo personal, creo que hay que hacer cine de todo tipo de género. No creo que el éxito de una película radique en la cantidad de espectadores que vayan a verla".
Con una sonrisa, recordó sus inicios en la pantalla grande junto a Francella en Un argentino en Nueva York (1998): "A Guillermo lo quiero mucho porque hice mi primera película con él. ¡Imaginate si no lo voy a recordar con cariño! ¡Un tanque! Voy a ver su película y le voy a mandar la invitación para que vea la nuestra... Yo creo que reducir un hecho artístico a una corriente política es muy simple. Yo abogo por la diversidad de proyectos, de opiniones. Creo que pueden convivir".
Oreiro también defendió la necesidad de apostar tanto al cine masivo como al independiente: "Siendo una actriz popular, me encanta hacer películas masivas y que la gente vaya al cine y que se identifique, que se ría, pero también creo muy necesario el cine de autor, el cine emergente, las óperas primas. Grandes directores, como Benjamín Ávila, que hoy presenta esta película e hizo Infancia Clandestina, una ópera prima hermosa, independiente, nos presentó en el mundo".
De esta manera, la también cantante remarcó el hecho de que todas las propuestas "deben de convivir". "Nuestro cine es nuestra historia", lanzó. Sobre la situación actual, Oreiro no dejó de lado la realidad que atraviesa la industria: "Estamos en un momento difícil. No solamente en nuestra industria. Sería egoísta creer que somos los únicos que tenemos un momento complicado. El país está complicado, el mundo está complicado, pero creo que hay que seguir haciendo cosas... Lo que necesitamos es conectar y el cine nos conecta con eso. Decirle a una persona cómo tiene que ver una película me parece que es subestimar al público. Yo jamás le diría al público que tiene que ver una película por su ideología. No. El arte no es eso. El cine no es eso", sentenció.