La postal era perfecta: Pampita Ardohain desfilando en España, robándose flashes en el exclusivo evento de Carolina Herrera, compartiendo risas y selfies con Sebastián Yatra, María Becerra y Luis Fonsi. Pero mientras las cámaras la adoraban en Europa, a más de 10 mil kilómetros de distancia, su casa en Barrio Parque se convertía en el escenario de un robo que terminó por quebrarle el corazón. Entre el shock y la angustia, Pampita habló con los medios y dejó en claro que los ladrones no solo se llevaron dinero y objetos de lujo: se robaron parte de su vida. "Lo único que me da mucha tristeza es no tener esos videos y fotos que tienen un valor incalculable para mí", dijo.
Y agregó: "Es lo único, todo lo demás... Y agradecerle a Dios que fue lo único que pensé en estas horas, que no estábamos nosotros ni nadie de la gente que trabaja conmigo, así que podría haber sido un muy mal momento para todos". Los celulares robados guardaban archivos íntimos de sus hijos, entre ellos recuerdos de Blanca, su hija fallecida en 2012, que Pampita había atesorado en su caja fuerte. "No puedo dar más datos del robo, solo decir que hay secreto de sumario, no puedo decir nada sobre el tema, solo agradecer a Dios y pedir por esos teléfonos porque no puedo encontrar ese material en ningún otro lado", rogó, casi como una súplica pública.
El episodio puso también en debate la seguridad de su hogar. Visiblemente molesta, la modelo lanzó una advertencia a los medios: "Yo cuántas veces les dije que no enfoquen la puerta de mi casa, lo dije reiteradas veces, cuando me mudé, cuando tuve problemas personales, hay que cuidar la intimidad de la vivienda". Apurada por su rutina -ir a buscar a sus hijos al colegio y realizar trámites de pasaportes-, Pampita dejó entrever que el robo la obligará a repensar sus próximos pasos: "Es peligroso, no sé si me voy a mudar, pasaron pocas horas, hoy no lo sé".
Mientras la policía investiga y el secreto de sumario impide conocer detalles del botín, en el círculo íntimo de la modelo nadie duda de que lo más doloroso no es lo que se llevaron los ladrones sino lo que ella ya no puede recuperar: esos fragmentos de vida congelados en fotos y videos que hoy quedaron en manos ajenas. El brillo del glamour internacional y la oscuridad de un robo planificado se cruzaron en la vida de Pampita en cuestión de horas. Entre pasarelas y recuerdos perdidos, la conductora vive su capítulo más triste tras pasear por el exterior, con un único pedido: que la devuelvan aquello que jamás debería haber salido de sus manos.