Rodrigo Lussich homenajeó a su compañera Mercedes Portillo, productora de Intrusos y amiga histórica de él, quien pelea por su vida en el marco del delicado estado de salud que atraviesa en una internación de terapia intensiva. El conductor lo hizo con un sensible posteo de Instagram, aunque antes había pedido una cadena de oración por ella en vivo desde el programa de televisión que produce en América TV. "Es martes, pero podría ser cualquier día, son las doce y cuarto de la noche. Ayer fue feriado, por lo tanto los días están un poco corridos y desdibujados, haciendo juego con el presente. Estás a pocos metros. Del otro lado de una puerta vaivén. Aquí aguardo y siento, espero, creo, rezo; para que luches un poco más, para que no te rindas. Vos sabés tanto de eso", enunció Lussich en su publicación.
"Lo aprendiste y elegiste, te elegiste, podrías haberte echado a llorar. Elegiste torcer tu destino en cada partícula de aire, de ese aire que te fue faltando hasta llegar acá. Y sé que lo administraste tanto como pudiste. Y yo que he sido un quejoso toda la vida, un llorón, también he sido tu compañero, tu cómplice, tu marido platónico, tu peor es nada, tu amigo y tu hermano. Nos hemos reído mucho, y agradezco tanto a la vida que nos haya cruzado y nos haya unido", aseguró el conductor.
El contexto de la publicación fueron decenas de fotos y videos juntos en viajes alrededor del mundo y en la compartida de otros momentos de la vida que quedaron sintetizados en el sentido texto que escribió para resumir un lazo que excede las palabras escritas y orales, de acuerdo a lo manifestado por Lussich.
"Nunca sentí vergüenza de caminar a tu lado con la frente en alto porque vos nunca la sentiste. El que quiera que mire y siga su camino. En Nueva York me dijiste que te sentías más libre, menos mirada, porque allá cada uno anda como quiere y son tantos que ni se fijan", recordó. "Caminamos esas calles con tanto estilo, dueños del mundo, libres los dos. Esas y otras, tantas otras, escenarios y pantallas", añadió enseguida.
Ambos se conocieron a mediados de los años 90 en un taller de teatro que ofrecía la fallecida Mariana Briski. Él se había anotado en busca de un nuevo oficio, mientras que ella era la asistente personal de la consagrada actriz, que partió hacia la eternidad en 2014. El conductor llegó allí en busca de algo nuevo y se llevó a su mejor amiga. "Voy a escribir mucho más sobre vos, y quiero leerte o que leas ésto cuando te pongas bien", le prometió en una apelación la fuerza que tiene.
"Saliste siempre adelante. Hoy te toca la más difícil de todas, y estás luchando como una leona, como lo hiciste toda la vida, con una dignidad que admiro y honro cada día. Estoy tan orgulloso de vos, hiciste tanto más por mí que yo por vos, que te prometo que todo el aire que me quede a mi será para gritar tan fuerte tu nombre que lo escuche hasta el maldito diablo que se encapricha en quitarte el tuyo. ¡Luchá, seguí luchando hermanita, luchá, vos podés! Tuyo, Ro", finalizó.