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Escuchar, acompañar y ofrecer ayuda

Detrás de cada intento de suicidio hay un dolor que pide ser escuchado: cómo identificar señales para prevenir

En el mes de la prevención del suicidio, la psicóloga Magda Miller advierte que la prevención es un compromiso colectivo que puede marcar la diferencia entre la vida y la desesperanza.

12 Septiembre de 2025 12:02
Mes de la Prevención del Suicidio

El suicidio es una de las problemáticas de salud más urgentes y a la vez más silenciadas. Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Suicidio y todo el mes se tiñe de amarillo como un recordatorio: la prevención es posible si hablamos, escuchamos y acompañamos.

Hablar de suicidio nunca es sencillo, pero callarlo es peligroso. Detrás de cada caso hay una persona atravesada por un dolor profundo que muchas veces no encuentra dónde apoyarse. El mes amarillo invita a mirar de frente esta realidad y a comprender que la prevención no es una tarea individual, sino un compromiso colectivo: escuchar, acompañar y ofrecer ayuda puede marcar la diferencia entre la vida y la desesperanza. Para profundizar en la importancia de detectar señales y promover un entorno de cuidado, BigBang dialogó con la psicóloga Magda Miller (M.N. 68.719), especialista en salud mental.

El mes amarillo invita a mirar de frente esta realidad y a comprender que la prevención no es una tarea individual

En un tema como el suicidio, la profesional profundizó en cómo impactan plataformas como TikTok o Instagram: "Las redes pueden ser espacios de apoyo, pero también de riesgo, todo depende de cómo se usen y del acompañamiento que haya detrás", comenzó con un tono de alerta y continuó: "En algunos casos, ofrecen la posibilidad de sentirse parte de una comunidad, encontrar información útil e incluso pedir ayuda en un momento difícil. Pero también pueden exponer a la persona a comparaciones constantes, contenidos que refuercen su malestar o mensajes poco responsables que naturalizan conductas dañinas. Por eso, más que pensar en las redes como 'buenas' o 'malas', lo importante es acompañar a quienes atraviesan una crisis para que puedan usarlas de forma más consciente y segura".

En un marco de prevención, diferentes profesionales de la salud mental dejaron en claro que una persona con pensamiento suicida no busca dejar de vivir, sino dejar de sufrir. En este punto, Miller remarcó el peligro de ciertos contenidos en redes sociales: "Cuando los contenidos romantizan el sufrimiento o muestran el suicidio como una salida 'válida', pueden tener un efecto de contagio. Ese tipo de mensajes puede reforzar la desesperanza en personas vulnerables, especialmente en adolescentes, que muchas veces buscan modelos de identificación en redes", reflexionó e invitó a una prevención a la hora de comunicar: "Mostrar que el sufrimiento puede ser acompañado, que existen alternativas y que pedir ayuda siempre es una opción posible".

BigBang dialogó con la psicóloga Magda Miller sobre las herramientas para prevenir el suicidio

En redes sociales, ciertos cambios pueden dar la voz de alarma. Según Miller: "Algunas señales de alerta son publicaciones frecuentes sobre desesperanza, frases como 'no doy más', 'la vida no tiene sentido', cambios bruscos en el tono de lo que comparten, aislamiento digital -es decir, dejar de interactuar de golpe o desaparecer de las redes-, o compartir imágenes, canciones o cualquier tipo de contenido relacionado con la muerte". Lo clave es entender que no todas las personas soportan lo mismo, y lo que para algunos es una "pavada" para el otro puede llevar a perder el deseo de seguir adelante: "fundamental es no minimizar estas expresiones, porque lo que alguien publica en redes muchas veces refleja lo que está atravesando en su mundo interno y puede ser una forma indirecta de pedir ayuda", expresó la entrevistada.

La familia y la comunidad como red de apoyo

El entorno cercano es clave en la prevención: "La familia tiene un rol central y ese rol no es controlar sino acompañar, porque la presencia y la escucha valen más que la vigilancia. Lo importante es generar confianza y abrir espacios de diálogo donde puedan sentirse seguros y contar qué miran y cómo se sienten", expresó Miller, pero dejando en claro que acompañar no es volverte policía de la otra persona: "No se trata de revisar lo que hacen, sino de estar disponibles para hablar sobre eso, acompañarlos en sus dudas y ayudarlos a diferenciar qué contenidos les hacen bien y cuáles no".

Si bien la familia y las amistades son una red de apoyo importante, lo cierto es que a veces no se cuentan con las herramientas necesarias para ayudar a eliminar ideas suicidas. En este punto, Miller expresó que "los profesionales de la salud mental tenemos un rol central en la prevención del suicidio, porque contamos con herramientas para evaluar el riesgo, intervenir en crisis y acompañar a la persona hacia alternativas de afrontamiento más saludables".

El entorno cercano es clave en la prevención: "La familia tiene un rol central y ese rol no es controlar sino acompañar"

La ayuda profesional no minimiza el acompañamiento de familiares, amigos o personas que rodean a uno, ya que son la primera línea de contención y son quienes pueden detectar las señales de alerta antes que nadie: "Estar atentos, escuchar sin juzgar y acompañar con empatía puede salvar vidas. La prevención es responsabilidad de todos".

Sobre cómo acompañar a alguien que expresa deseos de morir, Miller aconsejó: "Lo primero que tenemos que hacer en estos casos es mantener la calma y escuchar sin juzgar ya que a veces, lo más importante no es dar soluciones rápidas, sino que la persona sienta que no está sola y que su dolor es tomado en serio", enumeró y continuó: "Después, es fundamental hacer preguntas claras y respetuosas para entender la situación: si ha pensado en hacerse daño y si tiene un plan. Es importante entender que preguntar no genera la idea ni provoca la conducta, pero sí nos permite evaluar la urgencia. Y por último, no afrontar la situación solos. Lo ideal es acompañar a la persona a buscar ayuda profesional y, si el riesgo es alto, contactar de inmediato a una línea de crisis o a un servicio de emergencia. En pocas palabras, escuchar, preguntar y acompañar".

En este mes de concientización, Magda Miller dejó una contundente reflexión: "Es importante entender que las personas no quieren dejar de vivir, lo que quieren es dejar de sufrir. Quieren que ese dolor intenso encuentre un alivio. Y este dato es el que cambia la mirada, porque en vez de evitar el tema o juzgar, podemos responder con presencia y acciones concretas, como por ejemplo escuchar sin minimizar, ofrecer compañía y facilitar acceso a apoyo profesional. Me gustaría transmitir también que hablar no genera más dolor, sino que al contrario, puede salvar vidas. Y que estar ahí para escuchar... también".

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En Argentina, existen líneas gratuitas y confidenciales disponibles las 24 horas: 135 (CABA y Gran Buenos Aires); 011-5275-1135 desde cualquier lugar del país, o 0800-999-0091 del programa nacional de prevención del suicidio.

Porque al final, la verdadera prevención nace del encuentro humano: mirar al otro con empatía, reconocer su sufrimiento y tender una mano sin juzgar. Hablar de suicidio no lo provoca; al contrario, abre la posibilidad de aliviar el dolor y de construir juntos un espacio donde pedir ayuda sea siempre una opción posible.