El Gobierno oficializó este miércoles, a través de la Resolución 9/2025 publicada en el Boletín Oficial, un nuevo esquema de aumentos escalonados para el salario mínimo, vital y móvil (SMVM) y para la prestación por desempleo. Se trata de otra fijación unilateral por parte del Ejecutivo, luego de que -una vez más- las negociaciones entre sindicatos y empleadores fracasaran sin acuerdo. Mientras la Casa Rosada insiste en presentar la medida como un ordenamiento salarial, los números muestran que la actualización vuelve a quedar por debajo de la inflación y profundiza la pérdida de poder adquisitivo acumulada durante la gestión de Javier Milei.
La resolución, firmada por la presidente alterna del Consejo Nacional del Empleo, Claudia Silvana Testa, se dictó tras la sesión plenaria del 26 de noviembre, donde se expusieron las propuestas de ambos sectores pero, según el texto oficial, "luego de un extenso intercambio de opiniones, no se logró alcanzar un acuerdo". Ante ese escenario, y tal como viene sucediendo desde diciembre de 2023, el Gobierno volvió a definir por decreto el nuevo piso salarial.
El aumento inicial ilustra el desfasaje: en noviembre, el salario mínimo pasa de los actuales $322.200 a apenas $328.400. Es decir, un incremento de $6.000, incluso por debajo de los $4.000 ofrecidos por los empleadores y muy lejos de las propuestas de las centrales sindicales, que reclamaban un piso de entre $190.000 y $414.000 adicionales. Aun así, el Gobierno resolvió un monto que no compensa ni mínimamente la inflación acumulada del año.
La escala completa prevé aumentos mensuales hasta agosto de 2026, cuando el SMVM llegará a $376.600, lo que implica una suba total del 16,8% en diez meses. En términos reales, según el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (UBA-CONICET), el salario mínimo ya perdió un 35% desde noviembre de 2023 y acumula una caída del 7,7% solo en lo que va del año. El deterioro viene profundizándose desde la megadevaluación de diciembre de 2023, que provocó una contracción del 15% en un solo mes, seguida por otro derrumbe del 17% en enero.
Las cifras oficiales del Gobierno muestran aumentos por etapas:
- Diciembre 2025: $334.800
- Enero 2026: $341.000
- Febrero: $346.800
- Marzo: $352.400
- Abril: $357.800
- Mayo: $363.000
- Junio: $367.800
- Julio: $372.400
- Agosto: $376.600
Para los trabajadores jornalizados, la hora subirá de $1.642 en noviembre a $1.883 en agosto del año próximo. Sin embargo, aún con la actualización, el salario mínimo queda a años luz de la Canasta Básica Total -que determina la línea de pobreza-, hoy en $1.276.649 para una familia tipo. Las organizaciones sociales exigían que el SMVM se equipare a ese valor, lo que implicaría un incremento del 180%. En paralelo, el Gobierno mantuvo el mecanismo vigente para la prestación por desempleo: será equivalente al 75% del mejor salario neto de los últimos seis meses, con un piso del 50% del SMVM y un tope del 100%.
Es decir, un esquema atado a un salario mínimo que se licúa mes tras mes. La decisión abarca a todos los trabajadores del Régimen de Contrato de Trabajo, del Régimen de Trabajo Agrario, de la Administración Pública Nacional y de los organismos estatales empleadores. Una vez más, la actualización se decreta desde arriba, sin consenso y sin considerar la pérdida acumulada por la inflación. Y mientras el Gobierno insiste en que se trata de "normalizar" la estructura salarial, los números muestran un rumbo claro: un salario mínimo que sube mucho menos que los precios, y que empuja a más trabajadores hacia la pobreza.