La mañana en Alto Verde comenzó con sirenas, móviles policiales y una orden judicial. Efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) y de la Agencia de Trata de Personas irrumpieron en una vivienda de la Manzana 7, propiedad del futbolista de Unión de Santa Fe, Cristian Tarragona, en el marco de una investigación internacional por tenencia y difusión de material sexual infantil. El procedimiento formó parte del programa "Escudos para la Niñez", con operativos simultáneos en distintos puntos de la provincia, entre ellos Villa Constitución.
El jugador, de 34 años, se encontraba camino al entrenamiento cuando arribó la policía. En la vivienda, situada frente a una plaza y con varios departamentos en la parte trasera, también residen familiares suyos. Según fuentes judiciales, el objetivo del operativo fue secuestrar elementos electrónicos de interés vinculados con la investigación, principalmente dispositivos con posibles contenidos de abuso sexual infantil.
Hasta el momento no hay personas detenidas ni identificadas como responsables dentro del grupo familiar. El procedimiento fue notificado al Ministerio Público de la Acusación, que mantiene la causa bajo reserva por tratarse de un operativo de carácter internacional. Durante el allanamiento, la Agencia de Investigaciones sobre Trata de Personas y Violencia de Género incautó una importante cantidad de dispositivos electrónicos.
Entre ellos, destacaron: un DVR, un módem Wi-Fi, tres tablets, dos consolas PlayStation, dos consolas Nintendo y gamer, una consola de mano, una consola digital, dos pendrives, cuatro tarjetas SD, un teléfono celular, tres iPhone, una tablet iPad, tres relojes Apple Watch y dos iPad adicionales. El director de Investigación Criminal del Ministerio de Seguridad, Rolando Galfrascoli, explicó que el operativo se desarrolló "con mucho cuidado y preservación de la información".
En declaraciones con medios locales, detalló: "Primero se realizó una etapa de análisis de datos externos, informáticos, y de los dispositivos que generaron la alerta. Luego se llevó a cabo un trabajo de investigación interna con los elementos secuestrados. De allí suelen surgir contactos, relaciones o situaciones que pueden derivar en responsabilidades penales de otras personas". Además, el funcionario explicó que la investigación se activó a partir de un sistema internacional de alertas informáticas: "Cuando una conexión de Internet se asocia a este tipo de delitos, hay una red nacional e internacional que lo detecta y dispara el protocolo de actuación".
El Club Atlético Unión de Santa Fe emitió un comunicado oficial horas después del operativo. "El operativo -que tuvo como objetivo la verificación técnica de un dispositivo electrónico (router)- se desarrolló con total normalidad. Tanto el jugador como su familia mostraron plena predisposición y colaboración con las autoridades intervinientes", señaló la institución santafesina. Además, aclaró que "no existe ninguna medida de restricción ni imputación respecto del jugador ni de ningún integrante de su familia" y destacó la "actitud responsable y transparente" del delantero.
Tarragona, que llegó a Unión como jugador libre tras su paso por Talleres de Córdoba, firmó contrato con el club santafesino hasta diciembre de 2026. Su carrera incluye pasos por San Lorenzo, Vélez, Gimnasia La Plata, Platense, Patronato, Temperley, Independiente Rivadavia, Arsenal y el Atlante de México, entre otros. Por ahora, el delantero no está acusado formalmente y continúa entrenándose con normalidad, mientras la investigación avanza en reserva. Sin embargo, la escena de esta mañana -la policía irrumpiendo en la casa de un jugador profesional, el barrio en silencio, la incertidumbre de los vecinos- dejó una imagen difícil de borrar.