La justicia de la provincia de La Rioja vuelve a estar en falta con los derechos de la infancia de Arcoíris. Este miércoles, la niña de tan solo nueve años, fue separada de su madre y trasladada contra su voluntad a la casa de su familia paterna. Lo que agrava la situación es que tanto su padre como su abuelo fueron denunciados por abusar sexualmente de ella, según consta en los expedientes judiciales.
El operativo, ordenado por la jueza Ana Carla Menem, se llevó a cabo a las 7 de la mañana con una patrulla policial que irrumpió en el domicilio de la madre. La traumática detención generó indignación y movilizaciones por parte del colectivo Justicia Por Arcoíris, que denunció el hecho en redes sociales y convocó a una protesta frente a la Casa de La Rioja en Buenos Aires.
"Están avasallando los derechos de la niña nuevamente. ¡No la dejan vivir en paz! Exigimos que la devuelvan con su mamá", expresaron en un comunicado difundido en X. La historia de Arcoíris es una muestra desgarradora de cómo el sistema judicial puede convertirse en un mecanismo de revictimización.
Desde que tenía dos años, la pequeña manifestó haber sido víctima de abusos por parte de su abuelo paterno, José "Kuki" Vergara, quien ocupaba un cargo relevante en la Secretaría de Justicia de La Rioja. Más tarde, también denunció abusos por parte de su padre. Pese a ello, la madre enfrentó años de persecución judicial y fue privada de su responsabilidad parental sin fundamentos claros. Incluso se intentó que la custodia de la niña quedara en manos de los acusados.
Ya en marzo de 2025, tras una larga lucha, la Corte Suprema de Justicia intervino en el caso y criticó duramente las decisiones tomadas por los tribunales riojanos. Los jueces Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti y Carlos Rosenkrantz calificaron las actuaciones como "rigor formal excesivo" y ordenaron revisar los fallos que obligaban a Arcoíris a vincularse con sus presuntos abusadores. Sin embargo, todo esto fue en vano porque esta resolución no impidió que la niña volviera a ser revictimizada.
La decisión de entregar a Arcoíris a su familia paterna, ignorando las denuncias previas y el impacto psicológico que esto tiene sobre ella, es un acto que contradice los principios básicos de protección infantil.
La movilización social y la presión mediática son ahora fundamentales para revertir esta decisión y garantizar que la niña pueda vivir en un entorno seguro. Justicia Por Arcoíris realizó un llamado urgente para visibilizar el caso y exigir que se priorice el bienestar y los derechos de la menor y llaman a seguir de cerca la resolución judicial en los próximos días.