La costa de La Serena, en la región de Coquimbo, atraviesa horas de conmoción y angustia tras la desaparición de Alejandro Cabrera Iturriaga, un adolescente argentino de 17 años que fue arrastrado por la corriente el último lunes mientras se bañaba junto a sus hermanos y primos en la peligrosa playa Cuatro Esquinas. La escena, que comenzó como una salida familiar, derivó en una desesperada operación de rescate cuando el mar comenzó a arrastrar a los cinco chicos, que habían ingresado al agua pese a que la zona -según vecinos- "tiene bandera roja casi todo el año" y carecía de guardavidas debido a que la temporada recién comienza el 15 de diciembre.
El primero en actuar no fue un guardavidas ni una patrulla naval, sino Francisco Boldo, un albañil que pasaba en bicicleta junto a la costa. "Boté mi bicicleta y me tiré al agua. Veo al primer niño que tenía como 15 años, que estaba tragando agua. Hago que se relaje, lo saco un poco a donde se pueda parar y le digo: 'salí para afuera, voy por tus hermanos'", relató a Meganoticias. Luego rescató a un segundo menor, de 12 años, al que debió reanimar: "Le tuve que dar respiración y apretar el pecho para hacerlo botar agua, y volvió a su estado normal". Pero la corriente era implacable y había un joven aún más lejos.
Boldo intentó mantener a los sobrevivientes a flote: "Llegué e hicimos un círculo los cuatro. Nos tranquilizamos y empezamos a esperar, pero nadie llegaba". Cuando finalmente arribó la Marina, el albañil cuestionó la falta de recursos: "A la media hora llega la Marina en una lancha y nos tiran una boya de arrastre... no tenían bote inflable. Tirando como animales, todos los niños salieron raspados". Uno de los adolescentes debió recibir primeros auxilios tras ser rescatado inconsciente. Pese al despliegue inicial, Alejandro no estaba entre los rescatados. La búsqueda se activó de inmediato y continúa por mar y tierra con personal de la Armada.
También participan del rastrillaje bomberos, pescadores artesanales, municipios y agrupaciones civiles. Las operaciones abarcan desde Playa Blanca hasta la caleta Peñuelas. El capitán a cargo del operativo, Daniel Sarzosa, describió un escenario complejo: "La esperanza de encontrarlo con vida es razonable, pero la expectativa no es buena". Y anticipó tiempos críticos: "La búsqueda se mantendrá hasta que las autoridades lo indiquen... podría llevar entre una semana y 10 días". El adolescente, nacido en San Juan, se había mudado a Chile junto a su familia. Sus primos habían viajado de visita y decidieron meterse al mar pese a las advertencias constantes por corrientes peligrosas.
La playa, según residentes, es conocida por los riesgos: "Casi todo el año tiene bandera roja, prohibido bañarse". Ese contexto de corrientes fuertes, ausencia de guardavidas y clima adverso configuró un cóctel letal. Alejandro cursaba 3º medio en el Liceo Gabriela Mistral. Estudiantes, familias y docentes organizan vigilias y cadenas de oración. La ciudad permanece en vilo mientras el operativo avanza con cada ola.