Luego de haber robado en una casa y haber intentado de abusar sexualmente a una mujer en otra, un delincuente de 26 años fue detenido por la Policía de Santa Fe. Antes, la persona a la que quiso agredirla generó confianza con el detenido y logró evitar que en su hogar se concrete un mal peor, invitándole comida, gaseosa, café y un cigarrillo, tras el que se quedó dormido mientras miraba Netflix. El joven le confesó que robaba porque no tenía trabajo y su madre tenía leucemia.
La empatía y el trato afectuoso de la mujer pudo dar vuelta una situación que parecía inevitable. Es que es en los momentos de mayor desigualdad social cuando se comienzan a ver las complejidades detrás de cada uno de estos casos. El detenido venía de robar en dos propiedades y en una de ellas hasta había sido descubierto por una vecina, que había hecho el anuncio a través del grupo vecinal de WhatsApp.

Cuando ingresó en la casa de la mujer que lo calmó, el desenlace no parecía que podía llegar a ser tan beneficioso. "Yo dije 'soné acá'", reveló la víctima a la prensa local. Eran las 6:45 y ella había visto cómo el hombre entraba por la ventana y se abalanzaba sobre ella. "Me tapa la boca y me dice 'no grites porque te hago boleta'. Me empezó a besar, me decía 'dame un beso'", relató.
Ante la desesperante situación, la señora apeló a la persuasión para lograr que la voluntad del criminal se doblegue. "Le dije que tenía hijos, que podía ser su madre", confesó. Aunque el cambio se dio recién cuando le preguntó por qué era que robaba y el ladrón le confesó que estaba sin trabajo y con la madre convaleciente de leucemia.
A partir de ahí, todo cambió. "Le ofrecí un café, pan con queso, una gaseosa. Me pidió un cigarrillo. Le pregunté si quería ver algo en Netflix. Le puse una serie y se quedó dormido", detalló la víctima. En ese momento la mujer aprovechó y le envió un mensaje al grupo vecinal, para que alertara a la Policía.
El engaño otra vez fue la herramienta a través de la cual pudo sobrevivir a la terrible escena, una vez que las fuerzas del orden se hicieron presentes en el lugar. "Le dije que la Policía no se iba a ir, que lo podía llevar al médico y hacerme pasar como su madre", contó. "Lo convencí para que se cambie. Salimos juntos, abrazados, y caminamos una cuadra y media", sumó. Tras eso fue que los agentes policiales lo detuvieron y trasladaron a la Comisaría 1° local.