La música seguía sonando. Las luces giraban. La pista, repleta de jóvenes bailando, era una postal típica de un sábado a la madrugada en Esperanza, una ciudad tranquila del centro-este santafesino. Pero todo cambió en segundos: los gritos taparon al DJ, las cámaras de los celulares se alzaron y el boliche Teos se convirtió en escenario de una brutal batalla campal protagonizada por adolescentes. Golpes, patadas, mechones arrancados y chicas semidesnudas en el piso marcaron una madrugada que terminó en escándalo, heridos en el hospital y repudio generalizado.
El primer estallido ocurrió dentro del boliche. Por causas aún desconocidas, dos grupos de jóvenes se trenzaron violentamente en medio de la pista. Los videos que rápidamente se viralizaron en redes sociales muestran la intensidad del enfrentamiento: piñas al rostro, patadas sin tregua, empujones contra los cuerpos de quienes intentaban divertirse sin entender qué pasaba. Algunas de las chicas terminaron en el suelo, con la ropa rota, gritando y sangrando.
La seguridad privada, desbordada, intentó intervenir sin demasiado éxito. Al cabo de varios minutos, lograron sacar a las principales agresoras a la calle. Pero lejos de calmarse, la furia se trasladó al exterior del local. Afuera, frente a la mirada atónita de automovilistas y peatones, otras cámaras captaron la secuela: dos chicas, descontroladas, peleaban al lado de un micro. Se tiraban al piso, se daban puñetazos, se arrastraban del pelo.
La escena fue tan desesperante como desgarradora. Fue necesaria la intervención de la Policía de Santa Fe para contener la situación. Una de las jóvenes, según confirmaron fuentes policiales, se encontraba en evidente estado de ebriedad y presentaba heridas cortantes. Fue trasladada de urgencia al hospital SAMCO Dr. Alonso Criado, donde recibió curaciones. Cerca de las 7.30 de la mañana, fue retirada por sus padres, en silencio y con la madrugada convertida en pesadilla.
La violencia desatada dentro y fuera del boliche generó un fuerte repudio en la comunidad y múltiples versiones comenzaron a circular. Una de ellas hablaba incluso de una presunta víctima fatal. Ante la creciente difusión de rumores, los dueños de Teos emitieron dos comunicados oficiales en redes sociales. En el primero, negaron tajantemente que haya habido una muerte: "Trabajamos con responsabilidad, cumpliendo todos los protocolos de seguridad y en constante coordinación con los servicios de emergencia. Nuestro compromiso es con el bienestar de quienes nos eligen cada fin de semana para disfrutar".
En el segundo mensaje, desde las historias de Instagram, repudiaron "con firmeza" los hechos de violencia: "No toleramos actitudes que atentan contra el respeto, la integridad ni la convivencia dentro o fuera del local". También pidieron evitar la difusión de "noticias falsas que generan confusión y preocupación innecesaria". El cierre del comunicado fue tan frío como desconcertante: "Gracias por confiar en nosotros. Los esperamos el próximo sábado". Mientras tanto, la investigación avanza. Dos de las adolescentes involucradas deberán declarar en sede policial este lunes.