En una escena que parece sacada de una película de acción, pero que ocurrió en el corazón del conurbano bonaerense, un hombre robó un auto en Temperley, protagonizó una cinematográfica persecución por las calles de Avellaneda y terminó herido de cinco balazos luego de enfrentarse a tiros con la Policía. Lo más impactante: el delincuente resultó ser un sargento de la Bonaerense que estaba fuera de servicio.
El protagonista de esta historia es Isaías Gómez, de 29 años, quien fue identificado como efectivo de la Policía Bonaerense, con rango de sargento. Al momento del hecho delictivo, Gómez estaba vestido de civil. Pero su conocimiento del accionar policial no impidió lo que vendría después: una feroz persecución, disparos cruzados con sus compañeros de la fuerza y un final que por muy poco no termina en tragedia para terceros.
Todo comenzó alrededor de las 19:20 del martes, cuando se recibió una alerta por el robo de un Volkswagen en la localidad de Temperley. Según pudo confirmar BigBang, la denuncia fue realizada en la Comisaría 3ra de Lomas de Zamora, y rápidamente se emitió un pedido de secuestro del vehículo. Poco después, el automóvil fue detectado por un control policial en Avellaneda, cerca del cruce de Obreros de la Negra e Hipólito Yrigoyen. En lugar de detenerse, el conductor aceleró y se dio a la fuga, dando inicio a una persecución de alto riesgo que se extendió por varias cuadras y que estuvo a punto de costar vidas inocentes.
La fuga terminó abruptamente cuando el vehículo robado ingresó a un pasaje paralelo a las vías del Tren Roca, cerca de la estación de Avellaneda. Allí, y ya cercado por móviles del Comando de Patrullas, el conductor sacó un arma y comenzó a disparar contra los efectivos. La respuesta no tardó en llegar. Gómez recibió cinco heridas de bala: dos rozaduras en la cabeza, dos impactos en el tórax y uno en el flanco izquierdo. Gravemente herido, perdió el control del auto y terminó chocando contra un poste de luz y parte de un skatepark, donde por fortuna no había menores en ese momento.
Según el parte médico, fue atendido por la doctora Laura Patane del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME) y trasladado de urgencia al hospital con una consigna policial. Actualmente se encuentra fuera de peligro, pero detenido y a disposición de la Justicia. El escenario posterior al tiroteo dejó detalles escalofriantes. Dentro del auto se hallaron restos de sangre, ropa de bebé, un celular de juguete, una silla infantil, dinero en efectivo y otros elementos que están siendo peritados por la policía científica. Todo esto hace suponer que el vehículo fue robado a una familia, probablemente mientras trasladaban a un menor.
Por ahora, no hay confirmación oficial sobre la presencia de un niño en el momento del robo, pero las pericias intentarán determinar la secuencia exacta del hecho. Además, se investiga la posibilidad de que otro delincuente haya escapado de la escena. Según testigos, se habría dado a la fuga en dirección a una cancha de fútbol cercana. La presencia de sangre fuera del auto alimenta la hipótesis de que este segundo sospechoso también estaría herido.
La revelación de que Isaías Gómez es un miembro activo de la Policía Bonaerense sacudió a la fuerza. Fuentes del Ministerio de Seguridad confirmaron que estaba de civil y no cumplía funciones operativas al momento del hecho. La causa fue caratulada como "robo automotor, resistencia a la autoridad y abuso de arma". El hecho vuelve a poner en jaque a una fuerza que viene siendo cuestionada por la connivencia de algunos de sus miembros con el delito.
Incluso, una fuente reservada del área de seguridad provincial le confesó a BigBang: "Este caso es grave no solo por la violencia con la que actuó, sino porque se trata de alguien que juró proteger a la sociedad. Disparó contra sus compañeros de la fuerza". Una de las principales incógnitas que intentan develar los investigadores es cuál era el plan de los delincuentes. El auto fue robado en Temperley, cruzó hacia Capital Federal, volvió a zona sur y luego terminó en Avellaneda.
Se sospecha que buscaban cometer una seguidilla de delitos, o bien descartar el vehículo para continuar con otro robo. Gracias al sistema de cámaras del Anillo Digital que rodea a CABA, el auto fue detectado en su paso por los límites porteños. A partir de allí se activó el seguimiento que culminó en el brutal desenlace. En la zona del choque aún pueden observarse los restos del vehículo, vidrios esparcidos y el poste de luz destruido.
A metros, adolescentes jugaban al fútbol en una cancha y otras personas caminaban por la estación de tren. La tragedia rondó cerca. "El impacto fue brutal. El auto venía a toda velocidad y se subió a la vereda. Si había un peatón en ese momento, lo mataba", relató un vecino que presenció parte de la secuencia. El sargento Gómez permanece internado con custodia y será indagado en las próximas horas. Por ahora, no se descarta una red delictiva mayor ni se descuida la pista del segundo prófugo. Mientras tanto, el Ministerio de Seguridad ya inició un sumario administrativo y analiza su inmediata exoneración de la fuerza.