El amanecer de este martes quedó marcado por la conmoción en el barrio porteño de Belgrano, donde un hombre de alrededor de 60 años fue hallado sin vida en el patio interno de un edificio ubicado en 11 de Septiembre al 1600. El estruendo que provocó su caída desde el noveno piso -el último de la torre- fue lo que llevó a los vecinos a alertar de inmediato a los servicios de emergencia.
Bomberos de la Ciudad acudieron al lugar y encontraron a la víctima tendida e inconsciente a un costado de la pileta de natación del edificio. Minutos después, el personal médico confirmó lo que ya era inevitable: el hombre había fallecido en el acto debido al impacto. Las circunstancias en torno a la caída aún están envueltas en incertidumbre. Aunque la principal hipótesis apunta a un posible suicidio, las autoridades mantienen abiertas todas las líneas de investigación.
Personal policial realizó tareas de peritaje en el área y avanzó con entrevistas a los habitantes del edificio en un intento por reconstruir los últimos momentos de la víctima. Uno de los datos que más llamó la atención de los investigadores fue lo ocurrido al intentar ingresar al departamento del hombre, que se encontraba cerrado con llave. Dentro de la vivienda estaban la esposa del fallecido y el hijo menor de la pareja, ambos ilesos.
Su testimonio será clave para determinar qué sucedió en las horas y minutos previos a la tragedia. La caída desde una altura semejante abre múltiples preguntas que la Justicia busca responder: ¿hubo algún tipo de forcejeo?, ¿podría tratarse de un accidente?, ¿o la decisión fue voluntaria? Por ahora, nada está descartado. Mientras avanza la investigación, el edificio permanece sumido en un silencio tenso, atravesado por el impacto de un episodio que dejó atónitos a vecinos y autoridades. Con las pericias en pleno desarrollo, la tragedia aún no encuentra explicación y el caso promete nuevas definiciones en las próximas horas.