09 Diciembre de 2025 11:13
El brutal ataque ocurrido en una casa de San Francisco Solano reavivó la preocupación por la violencia de género en la zona. En medio de una noche que debía ser tranquila tras una cena compartida, una mujer presenció cómo su yerno intentó matar a su hija y a su nieta de apenas tres años, en un episodio que terminó con ambas heridas y con el agresor aún prófugo.
Mónica salvó a su familia de una noche de terror y advirtió que "es un potencial femicida". La mujer, madre de Kiara Maqueira, recordó la noche en la que su hija y su nieta fueron atacadas en su casa de San Francisco Solano.

El ataque ocurrió tras una cena familiar. Según relató: "Nos fuimos a dormir y, de repente, escuché ruidos en la habitación de al lado. Pensé que era mi nietita, que había tenido fiebre los días anteriores". Pero cuando abrió la puerta, todo se convirtió en pesadilla: "Me encontré con el monstruo arriba de mi hija, agarrándola del cuello con una mano y con la otra dándole puñaladas por todos lados. Me tiré encima de él porque vi a la nena ensangrentada. A mi hija también. Todo fue muy rápido".
En medio del caos, Mónica empezó a gritar para pedir ayuda: "Él logró soltar a Kiara, gracias a Dios. Pero me pegó una piña en el pómulo y ahí mi hija pudo agarrar a la nena", recordó.
Su esposo entró en ese momento y ella cayó entre los muebles, rompió todo. Contó con dolor: "Tengo el pómulo quebrado en tres partes, me tengo que operar y poner una prótesis", pero destacó: "A pesar de todo, esa piña hizo que soltara a mi hija y no la matara".
La pequeña, hija del agresor, también fue herida: "La nena tiene un tajo de siete puntos de un lado y dos del otro", afirmó. Sobre el atacante, la mujer agregó: "Es la primera vez que esta persona ataca a mi hija de esta manera. Jamás la vi marcada, nunca supe si le pegaba. Sí, escuché discusiones, pero nada más".

La mujer describió su desesperación: "No sabía si mi hija podía morirse desangrada. No entendía nada. Solo quería que salga de mi casa para poder atender a mi hija y a mi nieta".
A raíz del caso, otras mujeres se contactaron con la víctima a través de redes sociales para contar que también habían padecido situaciones violentas con Agustín Ramos, de 25 años, quien continúa prófugo.

