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Política
La pregunta del millón

¿A cuántos médicos del Garrahan se les puede pagar con el dinero invertido en la SIDE de Santiago Caputo?

Sí hay plata, pero las prioridades libertarias están en espiar.

29 Mayo de 2025 12:13
¿A cuántos médicos del Garrahan se les puede pagar con el dinero invertido en la SIDE de Santiago Caputo?
Santiago Caputo, asesor presidencial

En un país donde las infancias más vulnerables dependen de la dedicación y sacrificio de médicos y enfermeros que trabajan jornadas agotadoras por sueldos que no alcanzan para vivir, el Gobierno Nacional de Javier Milei parece tener prioridades completamente desalineadas con las necesidades de la sociedad. Mientras los profesionales del Hospital Garrahan, el principal centro pediátrico del país, ruegan por aumentos salariales que les permitan salir de la línea de pobreza, la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) acumula aumentos presupuestarios descomunales que generan indignación y repudio.

El contraste es tan obsceno como doloroso. En lo que va del año, el presupuesto de la SIDE se disparó un 68%, pasando de $48.253 millones a $80.872 millones. Pero si este incremento ya resulta alarmante, los gastos reservados del organismo -fondos secretos que no pueden ser auditada públicamente- crecieron un 254% en solo cinco meses, escalando de $3794 millones en enero a $13.436 millones en junio. ¿Cómo se justifica semejante aumento en un país donde los médicos residentes del Garrahan trabajan más de 70 horas semanales por un salario de apenas $800 mil pesos, y los enfermeros con una década de experiencia no llegan a los $900 mil?

Santiago Caputo en una amenazante actitud
Santiago Caputo en una amenazante actitud

La respuesta oficial a estos aumentos presupuestarios en la SIDE se ampara en argumentos tan frágiles como indignantes: "Las inversiones en tecnología son caras, a precios internacionales", justificaron ante La Nación fuentes cercanas al organismo. Sin embargo, esta explicación pierde peso frente a la realidad de los hospitales públicos, donde la tecnología también es cara, pero los recursos son insuficientes y los salarios están muy lejos de ser dignos. Al parecer, el gobierno de las fuerzas del cielo se interesa más por las operetas políticas que tienen trascendencia con tareas de inteligencia que por que  los trabajadores de la salud deban recurrir a préstamos y trabajos adicionales para sobrevivir. 

El Gobierno libertario ejecutó estos aumentos mediante dos medidas polémicas: la primera fue el DNU 186/25 de marzo, que autorizó una suba de $1625 millones para gastos reservados dentro de un incremento global de $7366 millones para toda la SIDE; la segunda llegó el 5 de junio, cuando una decisión administrativa incrementó el presupuesto del organismo en $25.000 millones, destinando más de $8000 millones a gastos reservados. 

💣Bombita. Ninguna de estas disposiciones ha sido revisada aún por la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, que tiene como tarea principal analizar los decretos presidenciales.

Para dimensionar el despropósito, basta con hacer cuentas. Con los $13.436 millones que hoy se destinan a los gastos reservados de la SIDE, podrían pagarse más de 16.795 salarios mensuales de médicos residentes del Garrahan o más de 14.929 sueldos de enfermeros con diez años de experiencia. Es decir, con lo que hoy se invierte en partidas secretas del organismo, se podría garantizar el trabajo digno de miles de profesionales que sostienen uno de los pilares fundamentales del sistema de salud pública argentino.

Médicos del Garrahan con salarios bajo la línea de pobreza

Mientras tanto, en el Garrahan, la situación es crítica. Los médicos residentes y enfermeros no solo enfrentan jornadas extenuantes y salarios insuficientes, sino que también deben cargar con el peso emocional que implica atender casos complejos y urgentes, como niños con cáncer o enfermedades graves. Este hospital recibe miles de consultas pediátricas al año de todo el país y depende del compromiso incansable de sus trabajadores para mantener su reputación internacional como centro de excelencia médica.

Esto sin contar que la mayoría debe buscar trabajos adicionales, vivir con familiares o compañeros que les brinden apoyo económico, o endeudarse para llegar a fin de mes. La precarización laboral no solo atenta contra su calidad de vida, sino también contra la calidad del servicio que ofrecen a miles de niños y familias que dependen del sistema público.

Santiago Caputo es deliberadamente monotributista

La pregunta es inevitable: ¿qué mensaje envía el Estado cuando prioriza partidas presupuestarias millonarias para inteligencia mientras abandona a quienes sostienen la salud pública? La respuesta parece clara: un mensaje de desprecio hacia los trabajadores esenciales y hacia las necesidades urgentes del pueblo.

La indignación crece y con razón. El tiempo corre y no hay señales que pretendan revertir esta injusticia flagrante. Porque mientras los espías comandados por Santiago Caputo disfrutan de aumentos multimillonarios en sus partidas secretas, los verdaderos héroes -los médicos y enfermeros del Garrahan- siguen luchando por salvar vidas, incluso cuando el Estado les da la espalda.