El rugido de los motores de los tractores y el clamor de los productores rurales anuncian un nuevo capítulo en la historia del campo argentino. Este sábado 4 de octubre, a las 11 de la mañana, la rotonda de Pigüé será el epicentro de una movilización que promete marcar un antes y un después en la relación entre el sector agropecuario y el gobierno de Javier Milei.
Bajo el lema "Somos productores, no esclavos del saqueo", un sector del campo decide tomar las riendas de su destino y enfrentar, con valentía y determinación el atropello a sus derechos y esfuerzos.
La convocatoria se extiende también a localidades emblemáticas como Chacabuco y San Andrés de Giles y, aunque el tractorazo no cuenta aún con el respaldo masivo de todas las entidades rurales como por ejemplo la de la Sociedad Rural, esta es la primera vez que el sector se organiza directamente contra el gobierno libertario, rompiendo una relación que hasta hace poco parecía prometedora.
El germen de esta movilización tiene su raíz en la reciente implementación de las retenciones cero, una medida que inicialmente fue recibida con entusiasmo por los productores rurales. La eliminación temporal de los derechos de exportación para granos y cereales hasta el 31 de octubre prometía ser un alivio para un sector golpeado por la incertidumbre económica y el atraso cambiario.
Sin embargo fue todo una amarga decepción: en apenas tres días, el cupo de 7.000 millones de dólares establecido por la normativa fue absorbido por las grandes cerealeras, dejando a los productores fuera del reparto. La indignación creció al descubrir que estas empresas ni siquiera liquidaron el monto máximo permitido, especulando con una posible devaluación post electoral; esto, para muchos productores fue solo un golpe económico y una traición al espíritu de la medida anunciada por el gobierno de Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo.
Los flyers que circulan en redes sociales explica: "Este sábado, camiones y tractores al costado de las rutas. Somos productores, no esclavos del saqueo. La bandera en alto, el campo unido".
El tractorazo se organizó tras la reunión entre los referentes de la Mesa de Enlace y funcionarios como Juan Pazo (ARCA), Sergio Iraeta (Agricultura) y Pablo Lavigne (Producción) que finalmente no logró apaciguar los ánimos ni reconstruir la confianza perdida.
El sábado será un día histórico para el agro argentino. Desde Pigüé hasta San Andrés de Giles, los tractores se convertirán en estandartes de lucha y esperanza. El rugido de sus motores será un eco del espíritu indomable del campo, que se niega a ser doblegado y que está dispuesto a luchar por su futuro.