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Le tiró un Salvavidas

Dólar en alza, desplome y un riesgo país en ascenso: Washington reforzó su aval político a Milei en medio de otro temblor

El Gobierno celebró el apoyo, pero no logra calmar la desconfianza de los inversores.

02 Octubre de 2025 10:23
Javier Milei se reunió con Trump

Estados Unidos volvió a salir en apoyo del gobierno de Javier Milei en uno de los momentos más delicados para la economía argentina desde la implementación del nuevo esquema cambiario. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, escribió en su cuenta de X: "Ayer tuve una llamada muy positiva con el Ministro Luis Caputo de Argentina. Después de un intenso trabajo desde la reunión del presidente Donald Trump con el presidente Javier Milei en Nueva York, en los próximos días espero que el equipo del Ministro Caputo venga a D.C. para avanzar significativamente en nuestras discusiones en persona sobre las opciones para brindar apoyo financiero".

Bessent confirmó que se trabaja en un swap con Argentina

El funcionario norteamericano agregó que "el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos está totalmente preparado para hacer lo que sea necesario y continuaremos observando de cerca los acontecimientos". Bessent incluso enfatizó ante sus pares del G7 "la importancia del éxito de las políticas económicas del Presidente Milei para el pueblo de Argentina, para la región y para el G7". Pero mientras la Casa Rosada celebra este espaldarazo, los números en el mercado muestran otra cara. 

Este miércoles, el dólar trepó hasta los $1.450 en bancos, pese a las intervenciones oficiales. La liquidación extraordinaria de cerealeras -que había generado expectativas de oxígeno- terminó en un fracaso: el Tesoro solo consiguió unos US$ 2.200 millones, menos del 40% de los US$ 5.744 millones liquidados por el sector y muy por debajo de la meta de 50%. "Milei no logró cumplir las expectativas de compra que se habían generado con la ventana de liquidación excepcional que implicó la baja transitoria de retenciones y, para colmo, terminó vendiendo en pantalla en el último día de dicho período", analizó la consultora Outlier.

Los efectos no tardaron en sentirse. Los bonos argentinos en Nueva York cayeron el miércoles hasta 2,2% y el riesgo país volvió a dispararse hasta los 1.230 puntos básicos. En la Bolsa porteña, las pérdidas fueron generalizadas: las acciones se desplomaron hasta 7%, con Mercado Libre y Banco Supervielle entre las más golpeadas. El índice Merval inició octubre con una baja de 2,5% en dólares. Según operadores, el Tesoro se desprendió de entre US$ 300 y US$ 500 millones en la rueda de ayer para contener al dólar mayorista, que cerró en $1.423, apenas por debajo del techo de la banda de flotación. 

Sin embargo, la presión cambiaria se trasladó a los dólares financieros: el MEP subió casi 2% hasta $1.523 y el contado con liquidación se disparó a $1.573. Los analistas advierten que, sin el flujo extraordinario del agro, el terreno queda despejado para la demanda privada, que se intensifica a comienzos de mes con el pago de salarios. "Esto refuerza la probabilidad de que el tipo de cambio oficial vuelva a dirigirse rápidamente hacia el techo de la banda cambiaria", señalaron desde PPI. 

El respaldo norteamericano no es nuevo. El 24 de septiembre, Bessent ya había confirmado que Estados Unidos negocia con Argentina un swap de US$ 20.000 millones y que incluso está dispuesto a intervenir en los mercados comprando bonos de deuda, lo que había generado una inmediata reacción en el mercado, una caída del dólar, un repunte de bonos y acciones y la baja del riesgo país. Aquello, sin embargo, resultó ser un placebo ya que duró menos que un suspiro. 

En aquel extenso comunicado, subrayó: "Bajo la presidencia de Milei, Argentina ha dado pasos importantes hacia la estabilización. Ha logrado una impresionante consolidación fiscal y una amplia liberalización de precios y regulaciones restrictivas, sentando las bases para el histórico retorno de Argentina a la prosperidad". De esta manera, el Gobierno se aferra al apoyo político y financiero de Trump y su administración, pero la señal es clara:  la desconfianza no se resuelve en X.