Más
Política
Las puertas se cierran

Entre la decepción y el ninguneo: el vínculo entre Mauricio Macri y Javier Milei atraviesa su momento más tenso

La Libertad Avanza consolida su estructura política sin el PRO y el propio Milei le cierra la puerta a un cogobierno.

05 Noviembre de 2025 09:36
Javier Milei y Mauricio Macri

El divorcio político entre Mauricio Macri y Javier Milei dejó de ser un rumor y empieza a tomar forma concreta. Lo que alguna vez se presentó como una alianza estratégica entre la derecha tradicional y el nuevo oficialismo libertario hoy atraviesa su punto más bajo, con el fundador del PRO desplazado del tablero y cada vez más incómodo con la deriva del Gobierno. La cena en Olivos del viernes pasado, que pretendía ser un gesto de reconciliación, terminó en un fiasco. Al menos así lo definió Macri, que llegó confiado en reabrir el diálogo y se fue "decepcionado", según reconoció él mismo, tras comprobar que Milei no estaba dispuesto a cederle espacios de poder. 

Mauricio Macri en el Foro ABECEB

Mientras el ex presidente intentaba moderar el exitismo del mandatario, el libertario -envalentonado por el triunfo electoral- le explicó que "hizo todo bien" y que los argentinos lo "premiaron" por eso. El golpe de realidad fue inmediato. En medio del encuentro, renunciaron Guillermo Francos y Lisandro Catalán, piezas clave del esquema político, y Macri se enteró en tiempo real de los cambios. La cena se desarmó entre notificaciones y llamadas. "No hay nada que contar", fue su seco comentario al salir de la quinta de Olivos luego de atragantarse, figurativamente hablando, con las milanesas. Desde entonces, el vínculo quedó congelado.

Apenas unas horas más tarde, el nombramiento de Manuel Adorni como jefe de Gabinete terminó de desatar la tensión. Macri cuestionó públicamente su falta de experiencia y lamentó la salida de Francos, al que consideraba "un hombre con equilibrio y sensatez". El ex vocero de Milei no se quedó callado: "El Gabinete, mal que le pese a él o a cualquiera, lo elige el Presidente", respondió, en lo que se leyó como un mensaje directo para marcarle la cancha al líder del PRO. En el Gobierno, la lectura es unánime. "Macri no nos importa. Tiene tres diputados y el 80% de imagen negativa", ironizó un funcionario libertario.

La frase circuló por los pasillos de Balcarce 50 con tono burlón, pero refleja una decisión política clara: el mileísmo no pretende compartir el poder con el PRO. Esa definición quedó plasmada en los hechos. Mientras los diputados amarillos compartían un "asado de camaradería" en la sede de Balcarce, del que Macri se ausentó, Karina Milei encabezaba en la Casa Rosada una reunión exclusiva con los legisladores electos de La Libertad Avanza. Los aliados del PRO ni siquiera fueron invitados. "Los pusieron a estudiar", bromeó una diputada al salir, mostrando la bolsa de obsequios que contenía la Constitución y el reglamento de la Cámara.

Diego Santilli y Mauricio Macri

El contraste fue evidente: el oficialismo libertario se ordena y se fortalece sin aliados, mientras el PRO se reúne a puertas cerradas, entre elogios al nuevo ministro del Interior, Diego Santilli, y malestares por la exclusión del poder. Desde el entorno de Macri intentan mantener la compostura y remarcan que "no hay ruptura, pero sí diferencias profundas". Sin embargo, el tono del ex presidente en el Foro Abeceb dejó en claro que el malestar va más allá de los cargos. "Hay políticos con personalidades narcisistas que ni escuchan ni les importa lo que digan los demás", lanzó, sin mencionar a Milei, pero sin margen para la ambigüedad.

En ese mismo discurso, Macri advirtió sobre la "violencia con que se comunica la política" y la falta de liderazgos empáticos, en una clara crítica al estilo confrontativo del jefe de Estado. "Después de un siglo lleno de gente disociada y criminal, el mundo empezó a confiar en liderazgos conectados con la gente, pero esta violencia hace que quien tiene equilibrio no pueda convivir con eso", sostuvo, en una descripción que pareció hecha a medida del actual Presidente. En la Casa Rosada, las palabras fueron recibidas con indiferencia y cierto sarcasmo. "Un día te tira una bomba y al otro te halaga. Ahora estamos en la primera parte", ironizan.

Karina Milei y Martín Menem en el acto en Casa Rosada sin legisladores del PRO

Milei, contrario a su estilo, eligió no responder directamente, aunque en su círculo lo consideran un socio prescindible. La fractura del bloque PRO, tras el salto de varios diputados al oficialismo por orden de Patricia Bullrich, terminó de debilitar la posición de Macri dentro del Congreso. "Tenemos 20 diputados, nos van a necesitar", advirtió uno de los legisladores que todavía le responden, pero el mensaje suena más a advertencia que a poder real. En este contexto, Macri intenta sostener un delicado equilibrio: apoyar las políticas económicas de Milei, pero marcar distancia del estilo personalista del Gobierno. "Hemos apoyado como nunca a este Gobierno, y lo vamos a seguir haciendo, pero hay que mejorar la calidad de implementación", dijo, dejando claro que su respaldo ya no es incondicional.

Karina Milei encabezó en Casa Rosada una reunión con los diputados electos de La Libertad Avanza.

Mientras tanto, en el universo libertario, las puertas se cierran. El nuevo poder se muestra autosuficiente, despectivo y cada vez menos dispuesto a compartir protagonismo con el viejo orden político. Macri, que alguna vez fue el garante de la gobernabilidad para Milei, hoy observa desde la vereda cómo el Presidente que ayudó a construir lo deja afuera del juego. El líder del PRO todavía confía en que "no se desperdicie esta oportunidad histórica" para la Argentina. Pero en Balcarce 50 parecen convencidos de otra cosa: que la oportunidad, esta vez, ya no pasa por él.