Este martes por la noche, tras conocerse el fallo unánime de los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, estudiantes de las facultades de Filosofía y Letras, Ciencias Sociales y Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) votaron en asamblea la toma de sus respectivas sedes. La decisión, enmarcada en un clima de tensión institucional y creciente malestar social, busca denunciar lo que califican como un proceso de "proscripción política" y persecución judicial contra la líder del peronismo.

En el comunicado del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras, se trazó un duro diagnóstico sobre el panorama actual: "En defensa de los derechos democráticos. Contra el ajuste integral de Milei en educación, salud, ciencia y todos los sectores. Exigimos a la CGT un paro general para frenar estos ataques. Movilizamos a la casa de CFK a mostrar nuestro apoyo. Mañana permanecemos en Filo y seguimos en estado de alerta. A las 16hs acompañamos la movilización del Garrahan a Plaza de Mayo".
Los pasillos de la sede de Puán 480 amanecieron este miércoles ocupados, con carteles, banderas y consignas que resumen el ánimo general: "Cristina no se entrega, el pueblo la defiende". Simultáneamente, el Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales anunció la suspensión total de clases durante la jornada, bajo el lema "En defensa de la democracia, estudiantes con Cristina, facultad tomada". A través de redes sociales, convocaron a organizarse, movilizarse y sostener el estado de alerta, mientras que desde la FADU, ubicada en Ciudad Universitaria, confirmaron la continuidad de la medida por al menos 24 horas.
La agrupación Ya Basta Filo difundió un video donde una vocera explicó el motivo de la toma: "Venimos sufriendo un montón de ataques por parte del gobierno de Javier Milei a la universidad pública y a la salud, como está ocurriendo en el Hospital Garrahan. Y ahora con este fallo que rechazamos energéticamente". En su intervención, convocó a extender la protesta: "Ya contamos con el antecedente de lo que pasó en Brasil con Lula, y es por eso que decimos que Cristina no se tiene que entregar, sino que hay que luchar. Proponemos que hay que tomar la facultad para también ser la punta de lanza de reactivar el movimiento estudiantil...".
Según explicaron, la idea es "llevar adelante tomas en todas las facultades y secundarios de todo el país". La medida de fuerza coincide con un paro docente impulsado por las federaciones universitarias Conadu y Conadu Histórica, que adhirieron a las jornadas de lucha. Aunque los docentes tienen la posibilidad de dictar clases en las instalaciones, la mayoría de las actividades académicas se vieron suspendidas o afectadas.
Desde la Facultad de Filosofía y Letras, además, se difundió una resolución institucional en la que se expresa el "enérgico repudio" a lo que consideran una persecución política y judicial contra la ex presidenta. "Este proceso judicial irregular, sin pruebas concluyentes y atravesado por injerencias políticas, mediáticas y económicas, pone en jaque los pilares fundamentales de nuestra democracia", señala el documento, firmado por el decano ad-referéndum del Consejo Directivo.
En el texto se destaca que "no se ha presentado una sola prueba" que comprometa a Cristina Kirchner y se denuncian las "gravísimas irregularidades" del proceso judicial, entre ellas la afinidad política de los jueces con el macrismo. El fallo de la Corte Suprema -que confirma la condena a seis años de prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos- ha sido interpretado por amplios sectores como una maniobra de proscripción política.
Esto último especialmente por coincidir con el anuncio de la candidatura de Cristina Kirchner a diputada nacional en la provincia de Buenos Aires. La sentencia también incluye el decomiso de 84.000 millones de pesos, cifra vinculada a contratos de obra pública que, según la defensa de la ex mandataria, fueron auditados y validados en términos administrativos. El documento de Filosofía y Letras traza paralelismos históricos con la proscripción de Juan Domingo Perón y con el caso de Lula da Silva en Brasil.
En este sentido, advierte sobre una modalidad regional de "lawfare" que atenta contra los liderazgos populares y democráticos, y que se ve acompañada por discursos de odio, judicialización de la política y una creciente violencia institucional. También se recuerda el intento de magnicidio del 1 de septiembre de 2022, como parte del mismo proceso de estigmatización y criminalización de Cristina Kirchner.
Mientras tanto, la movilización estudiantil continúa. A las 16:00 horas está prevista una concentración frente al Congreso en apoyo a los trabajadores del Hospital Garrahan, que también denuncian el ajuste del gobierno nacional. Los centros de estudiantes llaman a la unidad de acción, exigen a la CGT la convocatoria urgente a un paro general, y proyectan extender la lucha a otras universidades y escuelas secundarias. En medio de un clima político cada vez más enrarecido, las aulas se transformaron en trincheras de resistencia, las asambleas en foros de discusión democrática, y los pasillos universitarios vuelven a latir como escenarios de una juventud que se niega a resignarse ante la criminalización de sus referentes y la degradación de la vida pública. El conflicto recién empieza.