La Ciudad de Buenos Aires será escenario este miércoles de la tercera Marcha Federal, que promete colmar las inmediaciones del Congreso con miles de manifestantes en defensa de la salud y la educación públicas. El epicentro del reclamo son los recientes vetos del presidente Javier Milei a dos leyes aprobadas con amplio consenso en el Parlamento: el financiamiento educativo y la emergencia pediátrica.
Desde el mediodía, columnas nutridas por la CGT, las dos CTA, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), organizaciones sociales, partidos opositores y distintos gremios docentes y no docentes marcharán hacia el Congreso, donde a las 13 comenzará una sesión especial en Diputados. Allí se debatirá la posibilidad de insistir con los proyectos que el Ejecutivo anuló, tal como ya ocurrió con la ley de emergencia en discapacidad.
La central obrera justificó su presencia con un mensaje directo: "Esta CGT estará en el Congreso acompañando a las organizaciones de la salud, a la comunidad universitaria, sindicatos, movimientos sociales, y fuerzas políticas en el reclamo colectivo a favor de la salud y la educación pública. Ambas leyes vetadas son producto del consenso alcanzado entre amplios sectores de nuestra sociedad", señalaron.
Hugo Yasky, titular de la CTA de los Trabajadores y diputado nacional, reforzó el tono de la convocatoria: "Coincidimos y estamos juntos en la lucha, apoyando reclamos como el del Hospital Garrahan, que necesita recursos para seguir funcionando, y acompañando a los jubilados en defensa de sus derechos". En paralelo, el personal del Garrahan lleva adelante un paro de 24 horas y se movilizará desde la puerta del hospital hacia el Congreso.
El conflicto se agravó luego de que Milei vetara la ley que establecía la actualización mensual por inflación de salarios y gastos de funcionamiento de las universidades nacionales, además de una recomposición retroactiva a diciembre de 2023. La decisión encendió el malestar del mundo académico, que anoche protagonizó un apagón simbólico en distintas instituciones bajo la consigna "Nuestro futuro no se veta".
Pese al anuncio presidencial en cadena nacional de asignar 4,8 billones de pesos a las universidades y prometer aumentos en salud y educación por encima de la inflación, gremios y especialistas desconfían de la medida. Jorge Anró, de la FATUN, fue categórico: "El anuncio del Presidente sobre el aumento al presupuesto para las universidades no es más que otra puesta en escena. Prácticamente, el presupuesto para el 2026 es igual al del 2025, un año que vivimos en peligro".
La masividad de la jornada obliga a un megaoperativo de seguridad: unos 1.100 efectivos federales -700 policías federales, 280 gendarmes, 90 prefectos y 30 de la PSA- bajo las órdenes de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich se desplegarán en la Plaza del Congreso y zonas aledañas, junto a la Policía de la Ciudad. Habrá vallas en los accesos y cortes en arterias centrales como Rivadavia, Callao, Entre Ríos e Hipólito Yrigoyen, por lo que se recomienda evitar la zona entre las 14 y las 19.
En paralelo, se desarrollará la tradicional marcha de los jubilados, que se suma al plan de lucha contra el ajuste económico del Gobierno. La confluencia de reclamos promete convertir la tercera Marcha Federal en un hito de resistencia frente a un oficialismo que, lejos de recomponer consensos, multiplica los conflictos con los sectores más sensibles de la sociedad.