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"Se terminó lo peor"

Las promesas de Milei chocan con las pautas del proyecto del Presupuesto 2026: recorte en áreas clave y previsiones cambiarias poco realistas

En cadena nacional, el Presidente había pintado un escenario de crecimiento y prioridad en educación y salud, pero el proyecto dice lo contrario.

16 Septiembre de 2025 08:40
Milei y Toto Caputo

El gobierno de Javier Milei presentó el Presupuesto 2026 bajo un formato ya conocido: un discurso en cadena nacional cargado de épica y promesas, seguido de un texto oficial que no siempre coincide con lo anunciado por el propio Presidente. Mientras el líder de la Libertad Avanza ratificó que el equilibrio fiscal es "la piedra angular" de su plan de gobierno y prometió que "lo peor ya pasó", los números enviados al Congreso exponen grietas en el relato y dibujan un horizonte económico frágil, con supuestos difícilmente alcanzables y recortes sensibles en áreas estratégicas. En su mensaje de poco más de quince minutos, el mandatario libertario defendió que "el 85% del presupuesto está destinado a educación, salud y jubilaciones", y celebró que el gasto social "sube por encima de la inflación". 

Milei presentó el Presupuesto 2026

Sin embargo, el proyecto elimina programas centrales como el 6% del PBI destinado a educación, la inversión en ciencia hasta llegar al 1% del PBI, el Fondo Nacional para Escuelas Técnicas y el FONDEF para defensa nacional. Es decir, el propio diseño de las cuentas públicas contradice el discurso presidencial sobre la supuesta prioridad en "capital humano". Otro punto crítico son los supuestos macroeconómicos. El Gobierno estima que el dólar cerrará en diciembre de 2025 a $1.325 y en diciembre de 2026 a $1.423, cuando hoy la divisa oficial ya se ubica en $1.475, es decir, por encima de lo previsto incluso para fines de 2027. 

A su vez, proyecta una inflación de 24,5% en 2025 y apenas 10,1% en 2026, cifras que contrastan con los pronósticos del sector privado, que ven una desaceleración mucho más lenta. El PBI, según Economía, crecería 5,4% en 2025 y 5% en 2026, un optimismo que choca con la contracción registrada en 2024 y con la debilidad del consumo interno. El Presupuesto también reconoce un deterioro en la balanza comercial, que pasará de un rojo de USD -2.447 millones en 2025 a USD -5.751 millones en 2026, contradiciendo el relato oficial de una Argentina en camino al "superávit externo".

Proyecciones del Presupuesto 2026

Mientras Milei repitió que "lo peor ya pasó" y prometió que el equilibrio fiscal garantizará "décadas de crecimiento inimaginable", el texto enviado al Congreso refleja otra historia: un país con déficits comerciales crecientes, supuestos de inflación y dólar que rayan lo irreal y un recorte sistemático en áreas esenciales para el desarrollo. La insistencia en el superávit primario -que apenas alcanzaría 0,3% del PBI en 2026- funciona como ancla del discurso libertario, pero poco dice sobre la sostenibilidad social del ajuste. De esta manera, el Presupuesto 2026 se parece más a un ejercicio de fe que a un plan realista para sacar al país del estancamiento.

Proyecciones más que "optimistas" y ajuste silencioso

El texto oficial prevé un dólar oficial a $1.325 a fin de 2025 y a $1.423 en diciembre de 2026, niveles que ya están por debajo de la cotización actual de $1.475. También estima una inflación de apenas 10,1% el año próximo y un crecimiento del PBI del 5%, proyecciones que contrastan con las mediciones privadas y con la realidad de salarios deprimidos, consumo retraído y una economía que aún no logra despegar. 

Proyecciones del Presupuesto 2026

El proyecto de ley presentado por el ministro Luis Caputo sostiene que en 2026 habrá un superávit primario de 0,3% del PBI y que incluso el resultado financiero -después del pago de intereses de deuda- se equilibrará, algo que no ocurre hace más de una década. Para el Gobierno, esta es la prueba de que "el camino del equilibrio fiscal" es el único viable. Sin embargo, las metas macroeconómicas parecen construidas sobre supuestos difíciles de sostener. 

Proyecciones del Presupuesto 2026

El Ejecutivo proyecta que el PBI crecerá 5,4% en 2025 y 5% en 2026, cuando los analistas privados prevén un avance más modesto, en torno al 4,4%, y con fuerte heterogeneidad sectorial. Algo similar ocurre con la inflación: el Presupuesto anticipa un descenso al 24,5% en 2025 y a 10,1% en 2026, cuando el consenso de mercado todavía prevé un índice por encima del 20% anual. Más preocupante es la previsión de la balanza comercial: el Gobierno espera déficits de u$s2.447 millones en 2025 y de u$s5.751 millones en 2026. Es decir, mientras celebra el superávit fiscal, admite un rojo creciente en el comercio de bienes y servicios.

Esto significa que a futuro podría tensionar las reservas y el frente externo. El detalle del gasto desnuda otra cara del Presupuesto. A pesar del discurso sobre "el capital humano", el proyecto elimina el 6% del PBI destinado a educación, la inversión progresiva en ciencia y tecnología (que debía llegar al 1% del PBI), el Fondo Nacional para Escuelas Técnicas y el FONDEF para reequipamiento militar. En cambio, la previsión social se lleva 6,5% del PBI, la asistencia social 2,3%, los subsidios apenas 0,7% y las universidades el 0,5%, una cifra que las rectorares ya anticipan como insuficiente.

Proyecciones del Presupuesto 2026

Según el Presidente, con esta hoja de ruta la Argentina podría crecer al 5% anual durante décadas y, con reformas, alcanzar niveles de países desarrollados en 20 o 30 años. El problema es que los números del propio Presupuesto contradicen ese discurso: dólar subestimado, inflación proyectada muy por debajo de lo que prevé el mercado, un rojo comercial que se expande y recortes que golpean a la educación y la ciencia, pilares de cualquier desarrollo sostenible. En otras palabras, el Gobierno presenta un plan que ajusta en áreas estratégicas mientras se aferra a supuestos optimistas para sostener la promesa de un futuro próspero.