Este martes, las calles del país volverán a ser escenario de una fuerte manifestación social, encabezada por grupos piqueteros y movimientos sociales que manifiestan su desacuerdo a las políticas económicas del gobierno de Javier Milei. La protesta se realiza después de un año y medio de inactividad.
En este contexto, la protesta que se llevará a cabo en el puente Pueyrredón y en 17 provincias más, tiene como eje central el reclamo por el aumento del salario social complementario al nivel del salario mínimo vital y móvil, la ampliación del programa a nuevos beneficiarios, la continuidad del monotributo social y la devolución de alimentos a comedores populares.

La convocatoria, denominada "Jornada Federal de Lucha", es impulsada por la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), liderada por Juan Grabois, y el Polo Obrero, encabezado por Eduardo Belliboni, entre otras organizaciones como el Frente Barrial CTA, el Frente de Lucha Piquetero y Territorios en Lucha que llaman a ocupar las calles en contra de lo que definieron como "política de hambre" del actual gobierno libertario.
El comunicado de las organizaciones sociales es contundente: "Los trabajadores no aguantamos más las políticas de hambre, falta de trabajo, salarios y jubilaciones de miseria, que solo se sostienen a base de represión, criminalización de la protesta y persecución política".
Las organizaciones también denuncian la criminalización de los migrantes y la persecución a quienes protestan: "Basta de criminalizar a los migrantes y de perseguir a los que luchan", afirman en sus comunicados, evidenciando el malestar político y social por las medidas de recortes indiscriminados en diferentes áreas de ayuda a los más vulnerables como los y las niñas que se alimentan en comedores comunitarios.
Por su parte, los movimientos trotskistas, con el Polo Obrero a la cabeza, destacan que "los datos sociales son alarmantes", señalando el aumento del hambre, los despidos y la desocupación: "El trabajo informal, autogestionado y las changas están al borde del colapso por la caída del consumo y el freno total de la economía", agregan.
La protesta no solo busca visibilizar estas problemáticas; en este sentido, los grupos de izquierda proponen "una huelga general que una todas las luchas qué se están llevando a cabo contra el ajuste de Milei y la represión de Patricia Bullrich".
En un contexto de creciente tensión social, esta manifestación se perfila como un desafío directo al protocolo de seguridad implementado por la ministra Patricia Bullrich para evitar la toma de calles. La jornada que transcurre con la tensión latente de lo que pueda llegar a pasar con el fallo de la Corte Suprema para condenar a Cristina Fernández de Kirchner, es igual de tenda a la que viven los y las trabajadoras que toman el Puente Pueyrredón.