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El trabajador como una amenaza

Araceli González volvió a mostrarse a favor de la reforma laboral: cuando el miedo empresarial se impone sobre los derechos

Desde la mesa de Mirtha Legrand hasta un streaming con Martín Cirio, la actriz defendió el proyecto impulsado por Javier Milei.

16 Diciembre de 2025 10:16
Araceli González

La actriz Araceli González quedó en el centro de la polémica tras sus declaraciones en el programa de Mirtha Legrand, donde opinó abiertamente a favor de la reforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei. Desde su actual rol de empresaria, dueña de una marca de cosméticos,  describió el contexto económico como asfixiante para las pequeñas y medianas empresas, pero terminó avanzando sobre un terreno mucho más sensible: la deslegitimación de los derechos de quienes trabajan. "Desde junio sentí una piña en la nariz", afirmó al referirse a la caída del consumo, en una descripción que buscó reflejar el impacto de la recesión. 

Sin embargo, su análisis no se limitó a la situación macroeconómica. Al justificar la necesidad de una reforma laboral, sostuvo: "La reforma laboral para mí es importante. Yo que tengo una empresa chiquita y tengo muy pocos empleados, se me hace muy difícil todo". El punto más controvertido llegó cuando González colocó en una misma lista a impuestos, leyes laborales y trabajadores. "Es muy difícil sobrevivir, porque todo va en contra: los impuestos, las leyes laborales, los empleados", dijo, una frase que fue leída como un claro alineamiento con el discurso oficial que presenta al empleo registrado como un obstáculo y no como una relación social que debe ser protegida.

Lejos de matizar, la actriz avanzó todavía más y reclamó cambios que faciliten los despidos, apelando al temor patronal frente a posibles conflictos judiciales. "También está muy difícil despedir. A veces uno tiene la razón como empleador sobre una situación clara y estás... le tenés miedo al empleado", sentenció, justificando así su apoyo a una reforma que apunta a debilitar las protecciones laborales vigentes.

Tras la repercusión negativa de sus palabras, Araceli González intentó explicar su postura durante un streaming con Martín Cirio, donde volvió a respaldar con fuerza al gobierno de Milei y la necesidad de una nueva reforma laboral. "Soy hipersensible con las cosas que son injustas, con las mentiras y todo eso", comenzó diciendo, antes de aclarar que su apoyo a la reforma "no quiere decir que estoy en contra de los trabajadores".

En ese espacio, buscó humanizar su rol de empleadora y relató su vínculo con sus trabajadoras: "Primero yo soy una pyme, chiquitita así. Tengo cinco empleadas que cuido un montón, que las capacito, que trato de que sean lo mejor posible y que disfruten de todo, que conciliamos, que hablamos". Incluso enumeró situaciones cotidianas para mostrar flexibilidad: "Hoy no puedo ir Ara porque tengo que dar un examen o hoy no puedo por esto o me regalaron un viaje. Concilio, entienden".

Araceli González

También subrayó una perspectiva de género para defenderse de las críticas: "Son mujeres además y yo soy pro con las mujeres, muy amorosa con las mujeres porque vengo de un matriarcado tremendo". Y cerró con una definición que buscó equilibrar intereses, aunque sin cuestionar el fondo del proyecto oficial: "Yo lo único que quiero es que sea favorable para ambas partes". Sin embargo, más allá de las aclaraciones posteriores, las frases pronunciadas en la mesa de Mirtha dejaron al descubierto una mirada que coincide con el núcleo del discurso libertario: presentar a los derechos laborales como un problema y al trabajador como una amenaza. En un contexto de ajuste, pérdida de empleo y precarización creciente, las declaraciones de Araceli González no solo generaron repudio, sino que funcionaron como un ejemplo de cómo el sentido común del gobierno de Milei se filtra en voces populares para legitimar un avance sobre conquistas históricas del mundo del trabajo.