El conflicto judicial y mediático entre Luciana Salazar y Martín Redrado sumó en las últimas horas un capítulo tan decisivo como impactante. La difusión de una serie de audios -que ya forman parte del expediente- dejó al descubierto, sin intermediarios, la dinámica que mantuvieron durante años en torno a Matilda y reavivó una disputa que parece no encontrar punto final. En los registros, difundidos desde Lape Club Social, se escucha en primer lugar a un secretario de Redrado coordinando pagos vinculados a la escolaridad de la niña. El colaborador explica que intentó realizar la transferencia correspondiente al colegio, pero que la operación fue rechazada por falta de datos bancarios completos. "Martín me preguntó si lo había hecho, yo le dije que sí, pero la transferencia me llega rechazada", se oye en el audio.
La misma persona, agrega: "Estoy llamando al colegio, mandé mails, necesito el CBU". Además remarca que la gestión se hacía por pedido directo del economista y que incluso en meses anteriores debió acercarse personalmente a una entidad bancaria para poder concretar el pago. La tensión escala en un segundo tramo de los audios, donde el intercambio deja de ser administrativo y se vuelve profundamente emocional. Allí, Salazar marca su postura sobre el lugar que Redrado ocupaba en la vida de su hija: "Mi hija no es alguien para esconder". La frase marca un quiebre y da paso a un reclamo aún más doloroso.
Sin ir más lejos, la modelo lanza en referencia a los otros hijos del economista.: "¿Por qué con unos sí y con otros no? ¿Cómo se lo explico a una nena cuando crezca?". Lejos de suavizar el tono, Luciana fija un límite claro: "Si vas a sumar, bienvenido. Si vas a retroceder, retrocedé con otros, con nosotras no", se la escucha decir, antes de remarcar que su hija ya tiene una figura que la ama profundamente y da la vida por ella. El momento más crudo del intercambio llega cuando dispara una frase sin rodeos: "El problema sos vos, no son tus hijos, no es tu novia, sos vos. Te lo dice una persona que estuvo ocho años al lado tuyo y lo padeció".
En ese pasaje, Redrado no responde de manera confrontativa, lo que refuerza la lectura de un vínculo completamente deteriorado. Los audios también dejan constancia de que, en distintos momentos, el ex presidente del Banco Central de la República Argentina reconoció haberse "hecho cargo" de ciertos gastos y procesos vinculados a Matilda, aunque hoy niega ese rol y sostiene que cualquier compromiso fue asumido bajo presión.
En paralelo, el frente judicial avanza. Salazar aseguró que Redrado deberá pagar la cuota alimentaria de su hija y el retroactivo de todo lo adeudado con intereses. "La finalidad de estas audiencias conciliatorias fue cerrar todo. Se hace un monto general por todas las causas que tenemos abiertas y se terminó. No se llegó a eso y ahora el Juez tiene que, basándose en lo que dice Defensoría, homologar los acuerdos. Y el señor Redrado no sólo va a tener que pagar el retroactivo con intereses, después va a tener que pagar mes a mes lo que corresponde, lo que está firmado", reveló la modelo en América TV.
En medio de versiones cruzadas, trascendieron cifras millonarias. Aunque inicialmente se habló de 10 millones de dólares, luego se supo que el pedido habría sido de 1,7 millones, reducido más tarde a 1,3, mientras que desde el entorno de Redrado la oferta rondaría los 600 mil. Será la Justicia la que defina el monto final. Por su parte, Redrado volvió a negar las acusaciones en diálogo con SQP. "Muchas veces se sugirió que yo era el padre de la criatura, se dijo que estaba embargado, que era deudor alimentario. No estoy en ninguna lista de deudores. Pago mis cuentas como cualquier argentino. Se han dicho muchas cosas, muchas mentiras que lamentablemente algunos las repiten", sostuvo. También aseguró estar atravesando una nueva etapa personal junto a su pareja actual y denunció presiones durante la relación anterior: "Como todo empezó como una relación de amor, después se transformó en presiones, presiones sobre mis hijos".