Teléfono para Patricia Bullrich
09 Febrero de 2024 10:46
-Cualquier persona: "Estoy aburrido"; -Argentina: "¡Estabas!".
Si hay algo más caótico, bizarro y tremendista que se pueda sumar al contexto que vive el país es la explosión de un auto en una estación de GNC al que le salen volando 20 ladrillos de cocaína. Para rematar, quien manejaba el auto era, nada más, ni nada menos, que una oficial de la Policía Federal.
Sucedió en Orán, ciudad que queda a casi cuatro horas de Salta Capital. La historia que parece sacada de una película de Quentin Tarantino es real: casi a la medianoche, precisamente a las 23 horas, un auto Ford Focus gris se acercó a una estación de GNC a cargar el tanque pero, en menos de un minuto se ve cómo estalla por los aires estando todavía conectados la manguera de carga.
Lo surrealista, o no tanto, es que después de la explosión empezó a elevarse un polvo blanco y, por los aires volaron paquetes amarillos que, con las horas se confirmó que era nada más y nada menos que ¡cocaína! La intersección de las calles Palacios y Nahuel Huapi quedó totalmente plagada de la sustancia psicotrópica.
El video de la estación de servicio se hizo viral rápidamente y la palabra "cocaína" fue tendencia en X (ex Twitter) por la especificidad del caso: en el auto, iba la oficial Sofía Chaparro, pero no estaba sola. Con ella viajaban sus hijos de 9, 13 y 14 años.
Qué más se sabe sobre la policía-mula
Ante la gravedad del hecho, la oficial de la Federal quedó detenida en el escuadrón 20 de Gendarmería de Orán. Chaparro será indagada durante la jornada del viernes 9 de febrero y tendrá que dar varias explicaciones al fiscal Alejandro Benítez, juez federal.
Aunque todavía no hay ninguna información certera, fuentes policiales ya tienen algunas hipótesis: una de ellas es que Chaparro podría haber estado involucrada en el traslado del cargamento con cocaína desde que procedía de Bolivia, con destino final a Buenos Aires.
El modus operandis de modificar tubos de GNC es más viejo que el cuento de la buena pipa. Esta vez, puede haber fallado porque podrían haber cargado un poco más de lo que se debía el tanque con gas.
Lo que sí es oficial es que Chaparro trasladaba particularmente la cocaína desde Corrientes a Salta. No se sabe si luego iba a salir del país, viajar a Buenos Aires o cuál sería el destino final de la droga.
Tras la explosión tuvo que participar el cuerpo de bomberos voluntarios del lugar y allí se hicieron presentes efectivos de Gendarmería y de la Policía local. Se confirmó que no hubo ningún herido de muerte -de milagro- tras la explosión. Sin embargo, hubo dos personas hospitalizadas: uno de los hijos menores de edad de Chaparro y una mujer que estaba en aquel lugar de casualidad.
Otro oficial de la Fuerza implicado en crímenes de droga
Se trata de Adrián Francisco Brulc, el único arrestado por el crimen de Germán Zuccarelli -el monaguillo de Lanús- y su tía Ana que circulaban para volver a sus casas el domingo 4 de febrero a las 22.30. El cuerpo de él tenía seis balazos y el de su tía tenía 4; por la violencia del crimen, se investiga si no es un caso de ejecución directa. Pero... ¿Quién es Brulc? En principio es el dueño del auto Volkswagen Crossfox oscuro de donde salió la lluvia de disparos que terminó con las dos vidas.
Brulc no es ningún santo: fue investigado por lavado de dinero cuando se descubrió que en su recibo de sueldo cobraba $40.000 pero tenía una camioneta 4×4, una propiedad en Caballito y como si eso fuera poco, dos autos, y cinco terrenos en Esteban Echeverría; en uno de ellos operaba un depósito de camiones. Cuando allanaron una de sus propiedades se encontró un verdadero arsenal y las autoridades policiales no dudaron de que ese dinero y las armas provenían de negociados con el narcotráfico.
Brulc que era comisario, fue apartado de su cargo el 6 de julio de 2017. La investigación decía que se dedicaba a: "Transformar ingresos económicos emergentes de la comisión de ilícitos penales como ser narcotráfico, piratería del asfalto, juego clandestino, prostitución, talleres clandestinos en dinero de origen aparentemente lícito ello al menos desde el año 2006; en particular por medio de la compraventa de los bienes inmuebles y rodados".
¡Y hay más! La acusación en su contra aseguraba que Brulc: "Sería un narcotraficante que utilizaría camiones para transportar drogas, cubriría a los narcotraficantes de la zona a cambio de una suma de dinero semanal y que lavaría dinero producto de dicha actividad ilícita. Añadía que las ganancias ilícitas las ingresaría al mercado legal adquiriendo vehículos y propiedades que pondría a nombre de sus testaferros".
