En la madrugada de un Congreso adormecido, Sergio Figliuolo, alias Tronco, tuvo su estreno como diputado libertario. Sin embargo, su debut no fue precisamente el que sus seguidores esperaban. En un giro tan inesperado como desconcertante, Tronco apretó el botón verde y votó junto al kirchnerismo para designar a los nuevos auditores de la Auditoría General de la Nación (AGN). Sí, el mismo kirchnerismo que su espacio político promete erradicar.
La escena fue dantesca, digna de una tragicomedia política. Mientras el PRO vociferaba denuncias de maniobras inconstitucionales, los nuevos auditores aparecían de entre las cortinas rojas del recinto como si se tratara de un acto teatral mal ensayado. Tronco, por su parte, parecía más un extra confundido que un protagonista de la épica libertaria que había prometido.
Para colmo, horas antes de la sesión, el flamante diputado había subido una peculiar imagen generada por inteligencia artificial. En ella se lo veía en la puerta del Congreso con una máscara de mandril y un bolso, evocando al Joker de The Dark Knight. Una metáfora arriesgada para alguien que aspira a representar al pueblo.
Desde el PRO no tardaron en burlarse: "Tronco vio la película dos veces y la segunda no la entendió", soltaron con ironía. "Por algo le dicen Tronco y no Einstein", remataron sin piedad.
Pero el golpe más contundente llegó desde su propio círculo. Alejandro Fantino, su socio en Neura y una figura que rara vez se guarda lo que piensa, no ocultó su indignación. Muy fiel a su estilo, Fantino lanzó: "¿Les molestó la foto final a las tres de la mañana de un bloque nuestro, libertario, votando con el bloque kirchnerista?". Y añadió con mordacidad: "Si te bancás votar junto con los kukas, después no te podés enojar si alguien dice algo que no te gusta del gobierno".
El conductor no se quedó ahí. Pidió explicaciones públicas y dejó en evidencia el malestar interno: "Denme alguna para bancar a nuestros diputados. ¿Votaron con los kirchos?". La crítica subió de tono cuando Fantino apuntó directamente contra Tronco: "Esto pasa cuando ponen gente solo para levantar la manito". Finalmente, calificó la escena como "una de las vergüenzas más grandes".
El episodio deja en claro que Tronco, quien llegó al Congreso tras agasajar al perro Thor de Karina Milei y darle un títere al presidente Javier Milei para que se entretenga, tiene un largo camino por recorrer si pretende consolidarse como un referente libertario. Por ahora, su debut será recordado más por las chicanas, descansos y las burlas externas que por cualquier avance político.