La novela turca sigue al aire, y sin descanso: mientras Mauro Icardi y la China Suárez juegan a la "casa feliz" en Turquía, Wanda Nara se planta en Buenos Aires mostrando dos cosas: que trabaja... y que pasa tiempo con sus hijas Francesca e Isabella, un guiño para el futbolista que se pierde el crecimiento de las nenas. En modo reality romántico, la ex Casi Ángeles publicó sus primeras postales a solas con el delantero: "Van llegando los muebles que elegimos", escribió, dejando en claro que la mudanza a su nidito en el exclusivo barrio Beşiktaş de Estambul viene con olor a velitas aromáticas, abrazos y un "Te amo" bien subrayado.
Pero mientras en Turquía hay ensamblan vidas en una nueva casa, en Buenos Aires Wanda Nara factura como nunca antes: enfocadísima en su rol de conductora, calienta motores para volver a ser la cara de Love is Blind junto a Darío Barassi, y ya prepara valijas para viajar a México a grabar.
Esta vez, sus estilistas de lujo fueron reemplazados por Francesca e Isabella, que eligieron cada look: "Look palito para un domingo de paseos juntas. Tengo las hijas más increíbles del mundo. Me prepararon la valija y todos los looks para mis 3 días en México", escribió la mediática, derritiéndose de amor maternal.
Y como si no fuera suficiente, Wanda Nara dejó un mensaje que suena fuerte en los oídos del delantero del Galatasaray: "La felicidad que tengo no la entenderían, haciendo lo que me gusta, viajando con mi equipo y amigos. Segundo año como conductora de mi plataforma favorita, Netflix". Una frase que, leída entre líneas, podría ser una patada directa a Icardi, quien según ella misma denunció públicamente, en su momento no la dejaba facturar.