La novela sentimental del "ex marido de Pampita", Roberto García Moritán, sumó este martes un nuevo capítulo, y no precisamente romántico. Después de días de especulaciones, trascendidos y silencios calculados, quedó confirmado que su relación con la modelo Priscila Crivocapich llegó a su fin... apenas siete meses después de haber comenzado. La historia, que parecía avanzar en tono de comedia romántica, terminó virando hacia un drama de enredos con terceros involucrados, versiones encontradas y una protagonista que se siente, según sus propias palabras, "desilusionada".
El primer disparo lo dio el periodista Oliver Quiroz en Infama (América TV). Allí aseguró que el motivo de la separación era una diferencia de proyectos: "Me dicen que Priscila tenía muchas ganas de ser madre, de tener un hijo y él, lamentablemente, no, porque ya tiene tres (...) Ese fue el motivo, terminaron en buenos términos". Como si el runrún no fuera suficiente, en redes apareció la confirmación breve pero directa del ex ministro: "Si nos separamos, no estoy con Gisela. Besos", contestó García Moritán a Pochi de Gossipeame, negando además el rumor de romance con la ex tenista Gisela Dulko, amiga de su ex pareja.
Cabe mencionar también que es íntima de otra ex del empresario, Milagros Brito. Dulko, por su parte, fue contundente: "Todo falso", sentenció. Mientras tanto, según contó Fede Flowers, Priscila ya estaría mostrando señales de soltería en redes: "Priscila hace un par de semanas que viene echándole fueguitos a varios 'chongos'", sostuvo, agregando que habría iniciado "un par de conversaciones" con deportistas. Hasta ahí, parecía la típica separación... hasta que habló la protagonista.
En Intrusos, la panelista Paula Varela cambió por completo el tono de la historia. No habló de maternidad ni de proyectos distintos. Habló de malestar, discusiones y un enojo que venía creciendo. "Hablé con ella hace un rato y me dijo que la palabra es desilusionada", reveló Varela en vivo. Y la desilusión no vino sola. Según la panelista, hacía dos meses que la relación venía en picada: "Él, muy encantador, pero de repente pasaba de cero a cien".
Según la periodista, Moritán es "muy cambiante en su estado de ánimo" y destacó que hubo "tratos que a ella no le gustaron". "Un tipo muy egoísta en algún punto", afirmó. También describió un vínculo marcado por discusiones constantes: "Se venían peleando mucho... porque él tiene un carácter fuerte. Parece que le gustaba mandar, y ella no se deja mandar". Pero el punto que más la lastimó fue la versión sobre la maternidad.
Según Varela, Priscila se indignó al ver instalado que la ruptura se debía a su deseo de ser madre: "Muy lejos de la realidad está el tema de los hijos", explicó la panelista.
Y fue aún más contundente: "Horrible, muy machista, poner a la mujer en ese lugar de que dejás a alguien porque quiere ser madre. Horrible". Aunque habían hablado del tema como cualquier pareja, jamás fue un proyecto inmediato ni la causa del final. La frase más fuerte, sin embargo, llegó sobre el cierre: "Es un encantador de serpientes y después se convirtió en otra cosa", sintetizó la periodista sobre su ex.
Mientras Priscila rompía su silencio desde el dolor, Ángel de Brito alimentaba el fuego con otra información: "Fin de la relación", escribió junto a una foto de la pareja. Luego redobló la apuesta: "Moritán y Dulko iniciando romance". El dato no solo sorprendió: incomodó a más de uno, porque Dulko es íntima de Milagros Brito, otra ex del exfuncionario. El triángulo -o cuadrado- mediático terminó de convertir la ruptura en un cóctel explosivo.