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Terror en Palermo

Agresión e indiferencia: vio a una nena de 6 años en la calle, le dio una patada en el pecho y escapó

El agresor quedó libre por orden del fiscal porque llevaba un carnet de discapacidad

14 Noviembre de 2025 10:45
Una nena de 6 años fue atacada en Palermo

La tarde del jueves en Palermo se convirtió en una escena de pesadilla. A las 19:30, una nena de 6 años que volvía de su clase de natación fue atacada sin razón alguna por un hombre que caminaba por la vereda. La pequeña apenas había pedido permiso para adelantarse unos metros hasta la puerta de su casa cuando, de frente, apareció el agresor: sin decir una palabra, le dio una patada brutal a la altura del pecho y escapó corriendo como si nada hubiera pasado. La secuencia -que quedó registrada con absoluta claridad por una cámara de seguridad de la cuadra- muestra como la nena cae al piso, llora e intenta incorporarse, mientras una mujer con un cochecito intenta interceptar al atacante y la mamá corre desesperada para auxiliar a su hija. Pero el horror no terminó allí. Lo peor estaba por venir.

A pocos metros del ataque había un policía que vio todo. Corrió detrás del agresor y lo retuvo. Pero lo liberó minutos después al comprobar que llevaba un carnet de discapacidad. La madre de la víctima, Ana, no podía dar crédito a lo que escuchaba: "El policía me decía: 'Pero tiene un carnet'. ¿Un carnet para qué? ¿Para pegar? ¿Para matar? ¿Para ser violento?", relató, entre angustia y furia. Mientras la nena lloraba y temblaba, los vecinos se acercaban alarmados para evitar que el hombre se escapara. Parecía que la situación se encaminaba a una detención. Pero fue entonces cuando apareció otra persona que cambió el rumbo de los hechos.

Minutos después del ataque, la madre del agresor llegó corriendo desde una casa cercana. En lugar de pedir disculpas, intentó justificarlo. "Vino a decirnos que él no es violento, que seguramente algo le habíamos hecho. ¡Le pegó a mi hija de seis años! ¡Y está todo filmado!", relató Ana, todavía en shock. El clima se volvió tenso. La mujer incluso tuvo que pedirle a la policía que no permitiera que la madre del agresor se acercara más, para evitar que la situación escalara frente a los chicos. El momento más indignante llegó poco después. Según testigos, el fiscal de turno no se presentó en el lugar, evaluó el caso por teléfono y ordenó que el agresor quedara libre.

Indignada, en diálogo con A24 Ana remató: "¿El fiscal vio el video? No lo sé. La policía sí lo tenía. Vimos las fotos, las capturas. Y aun así lo dejaron ir". La sensación entre los vecinos era de desprotección total. Y la comparación con otros episodios recientes fue inevitable. Ana fue contundente al describir el riesgo que enfrentó su hija: "Doy gracias de no estar dando esta nota desde una funeraria. Si ella caía mal, si se golpeaba la cabeza, si él tenía un cuchillo... ¿qué pasaba?" El episodio ocurrió a pocas cuadras del lugar donde, días atrás, una turista brasileña murió después de ser golpeada por un hombre con antecedentes psiquiátricos. 

Ese caso que expuso una problemática grave: personas descompensadas, sin medicación, sin tratamiento, sin supervisión institucional. Para Ana, el problema excede a un individuo: "Si la hubiese matado, estaría seis meses en una institución y después lo largan. No me queda otra que mentirle a mi hija para que no tenga miedo... pero la verdad es que sí estamos en peligro". Lo que pasó en Palermo reavivó un debate que se repite cada vez que ocurre una tragedia: la falta de controles, de tratamientos y de políticas públicas que protejan a quienes padecen trastornos severos... y a quienes caminan a su lado sin saberlo.

El video del ataque también mostró otra cara dolorosa: la indiferencia. Se ve cómo una persona mira la patada, mira a la nena tirada y sigue caminando. "Es muy loco lo que nos pasa como sociedad", lamentó Ana. "Ver cómo golpean a una nena y seguir como si nada es tremendo", agregó.  El SAME confirmó que la pequeña no sufrió lesiones físicas graves, pero quedó profundamente asustada. "Se despertó diciendo que tenía miedo. ¿Qué le digo? ¿La verdad? No puedo", contó su mamá. Para saber quién es el agresor, acceder al expediente y exigir medidas cautelares, Ana debe contratar un abogado penalista. 

Por ahora, lo único que le indicaron es que puede pedir que el hombre no circule solo por la calle. La mujer sabe que no está sola: "Somos un número más en la estadística de gente agredida en la calle por personas descompensadas", dijo entre lágrimas.