La noche del viernes 13 de octubre quedará marcada como una de las más terroríficas para los vecinos de González Catán, en el partido bonaerense de La Matanza. En apenas 40 segundos, la violencia irrumpió sin piedad en la vida cotidiana de una familia, dejando tras de sí un cadáver, una niña traumatizada y un barrio sumido en el horror.
Ariel César Collante, un hombre de 31 años, llegó aquella noche a la casa de su ex pareja con el propósito, aparentemente inocente, de retirar a sus dos hijos; sin embargo, lo que comenzó como una visita rutinaria se transformó en una escena de terror y muerte. Armado con una pistola calibre .380, Collante asesinó a sangre fría a Brian Enrique Carabajal, de 28 años, actual pareja de su ex.
La secuencia fatal comenzó minutos antes de las 22:30. Según los registros de las cámaras de seguridad y los testimonios recabados por los investigadores, Collante llegó al domicilio ubicado en el cruce de Celestino Vidal y Céspedes en su moto, allí bajó del vehículo y entró a la vivienda donde vivían sus hijos. Allí se encontraba Carabajal, quien aparentemente intentó mediar en una discusión que ya venía cargada de tensiones previas.
Testigos del hecho relataron que Collante ya había amenazado anteriormente a Carabajal y a su ex pareja: "El asesino había ido un par de veces al barrio, ya la había amenazado, ya venía antes del tema", revelaron fuentes cercanas al caso a Infobae. Esa noche, las amenazas se convirtieron en acción.
La discusión entre Collante y Carabajal escaló rápidamente. Lo que comenzó como un discusión verbal se trasladó a plena calle, frente a la mirada atónita de una niña de 10 años, hija del agresor. Fue entonces cuando el horror se desató.
En un acto de brutalidad extrema, Collante sacó el arma que llevaba y disparó sin piedad. El primer disparo resonó en la quietud de la noche, pero no fue el único. En cuestión de segundos, el agresor gatilló cinco veces más, dejando a Carabajal tendido en el suelo, herido de muerte.
"La nena fue testigo presencial. Tiene 10 años y pasó todo adelante de ella", señalaron fuentes policiales. La imagen del crimen quedó grabada en las cámaras de seguridad cercanas al lugar: la llegada del agresor, los disparos y su posterior fuga en motocicleta.
El suegro de la víctima fue quien dio aviso a la Policía, pero cuando los agentes llegaron al lugar, ya era demasiado tarde. Los médicos que llegaron a la escena del crimen poco después confirmaron que Carabajal había fallecido.
Tras cometer el crimen, Collante huyó a toda velocidad en su moto, iniciando así un breve período como prófugo. Durante el fin de semana, los investigadores intentaron localizarlo en varios domicilios que solía frecuentar y, aunque no lograron dar con él inmediatamente, la presión ejercida por el operativo policial finalmente surtió efecto.
"El dato es que no está en esos lugares, pero sirvió para presionarlo y no le quedó otra que entregarse. Fue solo hasta la comisaría", destacaron fuentes del caso. Finalmente, el domingo por la tarde, Ariel César Collante se presentó voluntariamente en la Comisaría 2ª Sur de González Catán. Allí quedó detenido e imputado por homicidio agravado por el uso de arma.