En un operativo que mantuvo en vilo a la comunidad de City Bell, la justicia logró detener a Gustavo Javier Echeveguren, un jardinero de 38 años señalado como el principal sospechoso del macabro homicidio de la psiquiatra Virginia Franco, que fue encontrada sin signos vitales durante la tarde del 15 noviembre en su casa. La captura se produjo en Quilmes, cuando el acusado intentaba huir hacia Tucumán con bolso y pasaje en mano.
El caso, que conmocionó a la tranquila localidad platense, comenzó cuando un amigo de la víctima decidió ir a su casa tras no obtener respuesta a sus llamados. La desesperación de su amigo se hizo visible cuando al ingresar, se encontró con una escena aterradora: el cuerpo de Franco estaba boca abajo, con un profundo corte en el cuello y otras heridas en el rostro y las manos.
La casa de la reconocida psiquiatra estaba revuelta, lo que inicialmente llevó a los investigadores a pensar en un robo. Sin embargo, con el correr de los días, la investigación policial y las pistas comenzaron a apuntar hacia Echeveguren, quien había comenzado a trabajar recientemente como jardinero en la casa de Franco como reemplazante de otro trabajador del mismo rubro que ya se había jubilado.
Así fue como las cámaras de seguridad captaron al sospechoso el día del crimen ingresando al domicilio de Franco con una mochila, una escalera y una bicicleta que luego se confirmó pertenecía al difunto esposo de la víctima, pero lo que se ve minutos más tarde fue lo que levantó las sospechas: se fue del lugar con la mochila visiblemente más cargada.
La autopsia reveló detalles escalofriantes del ataque: además de la puñalada mortal en el cuello, Franco tenía cortes en el rostro, muñecas y dedos, así como un traumatismo craneal; las lesiones explicaron que intentó defenderse ferozmente antes de caer en un shock hipovolémico provocado por la pérdida masiva de sangre.
Otro detalle hizo que Echeveguren sea intensamente buscado y es el análisis de las antenas de los teléfonos celulares, data clave para rastrear el teléfono robado de Franco que con el transcurrir de la investigación fue encontrado cerca del domicilio del acusado antes de ser apagado definitivamente. En la misma línea, en la escena del crimen se hallaron guantes negros y colillas de cigarrillo que están siendo analizados para determinar si contienen ADN del sospechoso.
En cuanto a Echeveguren, fue arrestado en las inmediaciones del asentamiento IAPI en Quilmes, con un bolso lleno de ropa y herramientas de jardinería que podrían haber sido utilizadas en el crimen. Entre los objetos incautados se encontraron una tijera de podar y una sierra de arco, elementos que ahora están siendo peritados en busca de rastros biológicos.
El fiscal Álvaro Garganta, a cargo del caso, sostiene la hipótesis de un "homicidio criminis causa", argumentando que Franco habría sorprendido al jardinero robando y este decidió matarla para evitar ser denunciado. La causa ha sido recaratulada como homicidio agravado y Echeveguren permanece detenido mientras avanza la investigación.