Este miércoles la Policía bonaerense encontró los cuerpos de tres jóvenes de La Matanza que se encontraban desaparecidas. Por el hecho, fueron detenidas cuatro personas vinculadas a un grupo narco.
El triple femicidio de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Morena Gutiérrez (15) conmocionó a la sociedad y volvió a poner en evidencia las violencias extremas que atraviesan las mujeres en el país.
Sin embargo, gran parte del debate público se desvió hacia cuestionamientos sobre cómo vivían, de qué manera conseguían plata o en qué entornos se movían. Esos discursos, además de revictimizarlas, corren el eje central: tres mujeres fueron asesinadas, sus vidas fueron violentamente arrebatadas y la responsabilidad nunca es de ellas.
El hallazgo se produjo tras un operativo en una propiedad ubicada en Río Jáchal y Chañar, en Villa Vatteone, partido de Florencio Varela. Según fuentes de la investigación, esa casa había sido alquilada el viernes por un grupo narco para organizar una fiesta. Allí se registró por última vez la señal de una de las víctimas, hasta que finalmente se confirmó el desenlace más doloroso: tres jóvenes privadas del derecho más básico y fundamental, el derecho a la vida.
Desde las redes sociales, Georgina Orellano, secretaria general del Sindicato de Trabajadoras Sexuales de Argentina (AMMAR), expresó su repudio a los comentarios que circularon en torno a la si eran "putas o viudas negras": "No hay buenas o malas víctimas. Hay femicidios", escribió en un posteo.
La referenta sindical también subrayó las condiciones de vida de las jóvenes, que muchas veces son ignoradas en el debate público: "Eran pobres. Una tenía solo 15 años, otra era madre. Qué fácil sigue siendo señalar, juzgar sin ponerse en el lugar de esas pibas que ya no están, de esas familias que hoy atraviesan un dolor irreparable y de una deshumanización que nos atraviesa como sociedad".
El mensaje concluyó con una consigna que resuena hace años en las calles: "Basta de femicidios. Basta de matarnos. Todas las vidas importan".
En historias posteriores, Georgina Orellano insistió en que las víctimas merecen justicia sin condicionamientos ni cuestionamientos: "¿Acaso son tan malas víctimas que no merecen un pedido de justicia?", escribió, convocando a una marcha este miércoles 24 de septiembre a las 19 horas en Plaza Flores. Allí se levantará la voz por Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Morena Gutiérrez, jóvenes asesinadas que no pudieron volver a casa.