El caso del triple femicidio narco que conmocionó a Florencio Varela dio un giro inesperado. Celeste Magalí González Guerrero, detenida y acusada de haber facilitado la casa donde se cometieron los crímenes, rompió el silencio. Su declaración, cargada de detalles escalofriantes, sacude la investigación revelando así una trama aún más siniestra que la imaginada.
Celeste, quien enfrenta cargos por homicidio agravado por premeditación, alevosía, ensañamiento y violencia de género, decidió hablar ante el fiscal Adrián Arribas, de la UFI de Homicidios de La Matanza. Su abogado defensor había planteado esta posibilidad en un intento por aliviar su situación; sin embargo, la ley del arrepentido no opera en la provincia de Buenos Aires, y cualquier reducción de pena dependerá exclusivamente del tribunal que la juzgue.
En su declaración, Celeste aseguró que el responsable principal de los crímenes no era "Pequeño J", como se creía hasta ahora, sino Víctor Sotacuro Lázaro, alias "El Duro", un ex verdulero y vecino de la Villa 1-11-14. Según sus palabras, el motivo del asesinato de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15) habría sido un robo de 30 kilos de cocaína que las jóvenes habrían sacado a "El Duro".
Celeste relató que dos días antes de los crímenes, el 17 de septiembre, "Pequeño J" la llamó para pedirle prestada su casa, alegando que estaba pintando su departamento y no podía usarlo. La noche del 19 de septiembre, ella vio llegar a la Chevrolet Tracker blanca en la que iban las chicas: "Bajaron sonrientes, se las veía como engañadas que venían a una fiesta", declaró.
De la camioneta también descendieron tres hombres: "Pequeño J", Víctor Sotacuro Lázaro y un tercer hombre de tez blanca que portaba una pistola Glock. Según Celeste, en el patio de su casa ya había actividad: Matías Agustín Ozorio, alias "Nero", y otro hombre apodado "Paco" estaban cavando un pozo; sobre esto, recordó: "Vi la tierra y a Matías en cuero con una pala en la mano".
La macabra escena dentro de la casa
Celeste afirmó que no presenció los asesinatos, pero relató lo que le contó su pareja, Miguel. Según su testimonio, cuando una de las chicas intentó escapar, Miguel la atacó con un destornillador y un vidrio: "Como seguía viva, fue al fondo a buscar un fierro y se lo aplastó en la cara", confesó Celeste que le narró su pareja.
Al regresar a su casa en la madrugada del sábado, encontró a Miguel con un dedo sangrando. La escena era desoladora: "Vi todo sucio, como con barro", describió. Según su relato, compraron lavandina, guantes y otros productos para limpiar la casa; también contó que entre las compras había 20 litros de nafta que compraron en una estación de servicio.
Celeste contó que esa misma noche cargaron colchones y sábanas en la camioneta y se dirigieron a un descampado donde incineraron todo con la nafta comprada: "Miguel me contó que las llevaron al descampado con la camioneta y prendieron todo fuego", afirmó.
La mujer también reveló detalles sobre la estructura de la banda narco liderada por Sotacuro Lázaro y mencionó a otros implicados como David Morales Huamani, alias "El Loco David", y Manuel David Valverde Rodríguez. Según Celeste, los crímenes fueron ordenados por Sotacuro como represalia por el robo del estupefaciente. En su impactante testimonio, Celeste declaró que a "Pequeño J" le habrían pagado un millón de dólares por ejecutar los asesinatos. Además, señaló que dos de las víctimas, incluida Brenda, habrían estado involucradas en el robo de los 30 kilos de cocaína.