Sube la tensión entre el Gobierno de las fuerzas del cielo de Javier Milei y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Pablo Toviggino, secretario ejecutivo de la entidad, dejó en claro que el fútbol argentino es un tablero para maniobras políticas. Con declaraciones contundentes y cargadas de ironía, respondió al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien había insinuado que el regreso de los hinchas visitantes a las canchas tenía un trasfondo político.
Francos, en un intento por desacreditar la medida adoptada por la AFA, señaló en declaraciones radiales que el regreso de los visitantes respondía a un "uso político" y lo calificó como una acción aislada, vinculada únicamente al partido entre Lanús y Rosario Central. Sin embargo, estas palabras no hicieron más que encender la furia de Toviggino, quien no dudó en responder públicamente.

En un tuit que rápidamente se viralizó, Toviggino lanzó: "¡¡¡Te equivocás, hombrecito de dientes amarillos!!!", arrancó y siguió: "Si el Comandante (Tapia) y yo jugáramos un rol político, te aseguro que el Justicialismo tendría una discusión menos en sus listas de candidatos. Nosotros solo administramos fútbol hace ocho años. Ese fútbol argentino que lleva en sus hombros, en ese breve lapso, algunos logros, como una Finalíssima, dos Copas América y una Copa del Mundo", agregó el dirigente santiagueño, destacando los éxitos deportivos alcanzados bajo la gestión de Claudio "Chiqui" Tapia.
Toviggino apuntó a desmentir cualquier intención política detrás de las decisiones de la AFA y en un tono mordaz, el dirigente criticó la falta de conocimiento de Francos sobre el funcionamiento interno del deporte y sugirió que el funcionario debería concentrarse en los problemas gubernamentales antes de intentar meter las manos en el fútbol argentino: "¡¡¡Te deseo un muy feliz y triste final pronto!!! Ocupate de los gobernadores, que me parece que te borraron de su agenda, y dejá que del fútbol argentino nos ocupamos nosotros", sentenció Toviggino.
Un choque de poderes
El cruce entre Francos y Toviggino no es un hecho aislado; forma parte de una relación históricamente tensa entre la AFA y el gobierno encabezado por los libertarios. Desde su llegada al poder, el Ejecutivo intentó modificar la estructura del fútbol argentino promoviendo la implementación de Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), una iniciativa que encontró férrea resistencia y rechazo por parte de Tapia y la mayoría de los clubes.
En agosto del año pasado, el gobierno reglamentó las SAD y dio un plazo de un año para que la AFA adaptara su estatuto. La medida fue presentada como una solución para "sanear" las finanzas de los clubes mediante capital privado, pero desde la AFA se rechazó con firmeza. En una votación histórica, los clubes decidieron mantenerse como asociaciones civiles sin fines de lucro, cerrando la puerta a cualquier intento de privatización del deporte más popular del país.
La postura de Tapia y su equipo ha sido clara: el fútbol argentino debe sostenerse como patrimonio cultural y social, alejado de intereses económicos que puedan desvirtuar su esencia que sostiene las vidas de los y las hijas de la clase trabajadora.
A pesar de las diferencias ideológicas y políticas, hubo intentos de acercamiento entre ambas partes. En diciembre pasado, fue el Chiqui Tapia quien coincidió con Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, durante un evento en Paraguay relacionado con la Copa del Mundo. Ese encuentro marcó una tregua temporal que permitió bajar la tensión entre ambos actores.
Sin embargo, las recientes palabras de Guillermo Francos volvieron a demostrar que el gobierno libertario juega las cartas más sucias del poder pero la AFA no está dispuesta a jugar a ese juego con esas reglas.