"Mandame tu alias y te salvo el finde". La frase se repite como un mantra en las redes sociales de algunos de los famosos más influyentes del país. Parece un gesto de cercanía, un regalo casual, una forma de compartir sus inmensas riquezas. Pero es algo mucho más oscuro. Es, en realidad, la puerta de entrada a un sistema diseñado para capturar a nuevos jugadores, fomentar el juego compulsivo y alimentar un negocio millonario. Uno que, además, ya tiene causas judiciales abiertas, imputaciones, y una peligrosa omisión: no se informa que lo que están promocionando es una plataforma de apuestas online. ¿Se viene otra demanda?
En los últimos días, figuras como Wanda Nara y Marcelo Tinelli comenzaron a replicar un mismo mensaje en sus cuentas: invitan a sus seguidores a enviarles su alias de billetera virtual con la promesa de transferirles dinero "para salvarles el sábado". En realidad, ese dinero no es tal. No es plata libre ni retirable. Es un bono de casino virtual otorgado por plataformas como Sportsbet, promocionado bajo la apariencia de un regalo, y utilizado como anzuelo para inducir al consumo compulsivo de apuestas.
La estrategia es tan eficaz como engañosa. En vez de decir "hacé clic y apostá", se disfraza el mensaje con frases simpáticas y afectuosas, que apuntan a públicos jóvenes o en situación de necesidad económica. Lo que se omite, de forma deliberada, es que ese "dinero regalado" es crédito virtual que sólo puede usarse dentro de un casino online. Un juego disfrazado de solidaridad que no es tal. Una oscura trampa diseñada para capturar a personas vulnerables que no están en tema.
Fernanda Iglesias fue una de las voces que primero encendió la alarma. A través de sus redes, denunció esta práctica -la trampa del alias, el marketing encubierto y la adicción, como un incentivo a la ludopatía disfrazado de acción desinteresada. "Señores, son millonarios... ¿hace falta que fomenten la ludopatía?", escribió indignada al mostrar capturas de Tinelli y Wanda usando exactamente el mismo mensaje. La indignación no es menor.
En el chat automático que Tinelli envía por Instagram, se lee: "¡Hola! Mirá que esto no es algo que suela hacer, pero con la cantidad de gente que me escribió, no pude decir que no". Luego, menciona a Sportsbet y ofrece un bono de $15.000 "si sos mayor de 18 y te registrás". Lo que sigue es la posibilidad de ganar un iPhone. Pero lo que no se explica con claridad es que ese dinero sólo puede usarse para apostar. No se puede transferir. No se puede retirar. No es un regalo. Es una trampa.
El conductor, además, aprovechó que justamente había donado un iPhone a un seguidores para lanzar el cebo. La ludopatía no es un capricho. Es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud. Una adicción silenciosa, progresiva y devastadora. Genera pérdida de control de impulsos, aislamiento, endeudamiento extremo, depresión e incluso suicidio. Y el ingreso a esa espiral destructiva suele comenzar así: con una promesa. Con una app. Con un "dinero gratis" que nunca lo fue.
La combinación entre plataformas 24/7, estimulación visual adictiva, falta de regulación efectiva y mensajes ambiguos de celebridades es el cóctel perfecto para una crisis sanitaria silenciosa. Lo que los influencers no dicen es lo que la ley exige que digan. La Ley 24.240 de Defensa del Consumidor es clara: toda publicidad debe ser cierta, clara y no inducir a error. La Constitución Nacional, en su artículo 42, también protege al consumidor de la publicidad engañosa.
Y lo que están haciendo algunos famosos es exactamente eso: inducir al engaño por omisión. Presentan una promoción como regalo, cuando en realidad es una estrategia comercial camuflada que lleva al usuario a registrarse en un sitio de apuestas. Esto no es sólo un problema ético. Es un delito. Y es pasible de juicios civiles por daños y perjuicios. Los influencers que participan de estas campañas, las agencias que las diseñan y los medios que las replican pueden ser demandados.
Todo esto, claro está, si se demuestra perjuicio psicológico, económico o social. Lo más grave del caso Wanda Nara es su reincidencia. La empresaria ya fue imputada junto a otras 15 figuras por la promoción de apuestas ilegales. En el marco de una investigación llevada a cabo por la Fiscalía Especializada en Juegos de Azar de la Ciudad de Buenos Aires, se le permitió evitar el juicio firmando un acuerdo de reparación.
¿En qué consistía? Grabar un video de concientización sobre los riesgos de la ludopatía y publicarlo en sus redes. Algo que, evidentemente, no sirvió de mucho. Entre los firmantes también estuvieron L-Gante, Romina Uhrig, Flor Vigna y varios más. El fiscal Juan Rozas explicó que el objetivo era dar una "respuesta rápida a la sociedad" y utilizar los mismos medios en los que se difundió la promoción para difundir el mensaje de prevención.
Pero mientras tanto, Wanda volvió a las andadas. Esta vez, con la misma estrategia encubierta. Algo similar ocurre en el caso de Susana Giménez, quien en su carrete de Instagram, red social donde acumula más de 3.4 millones de seguidores, publicó una publicidad de juego online, aunque aclarando los pormenores del juego. "¿Querés enterarte cómo podés participar por un auto 0km? Comentá ´SUSANA´ y te mandamos toda la info por mensaje privado", sumó en el posteo.
Lo cierto es que cuando un influencer con millones de seguidores promociona una conducta riesgosa sin advertencias, está ejerciendo un acto publicitario de alto impacto. Y si lo hace a cambio de dinero, hay una relación comercial que debería regirse por las leyes del consumo. Pero en la práctica, no hay organismos que regulen de manera efectiva esta actividad. Las redes sociales siguen siendo una zona gris donde reina el marketing encubierto y los consumidores quedan desprotegidos.
Organismos como Defensa del Consumidor, asociaciones civiles como Jugadores Anónimos, e incluso el propio Ministerio Público Fiscal, pueden intervenir. Pero las consecuencias llegan tarde. Para cuando se abre una causa, cientos de miles de jóvenes ya hicieron clic. Nadie elige ser víctima de una trampa. Pero sí hay quienes eligen tenderla. Y deben rendir cuentas. La Fiscalía ya bloqueó más de 400 sitios de apuestas ilegales y evalúa imputaciones más severas en casos de reincidencia.
El caso Wanda vuelve a encender la alarma. El de Tinelli y Susana, aún no imputado, debería encender el debate. Lo que empieza como "mandame tu alias que te regalo plata", puede terminar con una cuenta vacía, una familia rota y una enfermedad instalada. Y eso no se arregla con una historia de Instagram.