El ex futbolista de Independiente, River Plate y la Selección Argentina, Carlos "El Loco" Enrique, se recupera de un infarto en la terapia intensiva del Sanatorio Modelo de Quilmes, luego de que le colocaran dos stents en una intervención quirúrgica a partir del ataque al corazón que sufrió. La información la brindó su hermano Héctor "El Negro" Enrique, campeón del mundo en México 1986 junto a Diego Armando Maradona.
"Mucha fuerza hermano querido, estamos todos con vos", se lee en la publicación que subió a su Instagram, en la cual también se ve una foto de ambos bastante reciente. El internado que se recupera de forma paulatina tiene 61 años y, además de haber salido campeón de la Copa Libertadores y la Intercontinental con Independiente en 1984, en 1991 alzó la Copa América con el seleccionado que dirigía Alfio "El Coco" Basile.
Tras el infarto sufrido, Enrique debió ser intervenido de urgencia para que le coloquen dos stents, los accesorios médicos que se utilizan para destapar arterias y venas que fueron obstruidas. Hasta el momento, el instituto médico no ofreció ningún parte médico de forma pública.
Surgido de la cantera de Independiente, Enrique disfrutó una de las épocas más gloriosas que protagonizó el equipo de Avellaneda. A sus 18 años debutó en Primera División de la mano de José Omar Pastoriza en el rol de lateral izquierdo, que lo acompañó hasta su retiro en All Boys en 1999.
Desde 1988 jugó en River bajo el mando de César Luis Menotti. Allí compartió plantel con Daniel Passarrella y ganó dos campeonatos nacionales en 1990 y 1991. También jugó en Lanús, Banfield y Gimnasia y Tiro de Salta, y hasta se dio el lujo de tener una experiencia internacional cuando fue a Perú a jugar en Alianza Lima en 1994 y 1995.
En los últimos años desistió de su carrera como entrenador y dio un salto a la política, cuando en 1997 se integró al programa "Tribuna Segura" del Ministerio de Seguridad, el mismo que se encarga de controlar los ingresos a los estadios de fútbol con los DNI. "El fútbol es un divertimento. Todos queremos ver un espectáculo en paz y en familia. A nosotros nos gusta que la gente esté gritando y alentando al equipo", argumentó en aquel entonces el ex futbolista.