Una tarde cualquiera en Nordelta se convirtió en una montaña rusa emocional para Mica Viciconte y Fabián Cubero, que vivieron uno de esos momentos que hacen temblar el corazón de cualquier madre o padre. Su pequeño hijo Luca, de apenas dos años, sufrió una aparatosa caída en el living de su casa mientras miraban televisión en familia. El incidente quedó registrado por las cámaras de seguridad del hogar, y fue la propia Mica quien decidió compartir las imágenes en sus redes, desatando una ola de comentarios, apoyos, críticas y un debate que sigue creciendo a la par de los mensajes conciliadores de sus seguidores.
En el video, que rápidamente se viralizó, se ve cómo el niño intenta sentarse sobre el respaldo del sillón. En una fracción de segundo, pierde el equilibrio, da una vuelta en el aire y cae de espaldas. Un silencio incómodo se apodera de la escena antes de que la imagen corte. Afortunadamente, todo quedó en un susto: Luca resultó con una leve marca en la frente y, según contó su madre, fue él mismo quien se puso una cinta adhesiva en la herida y dijo que estaba bien. "Fue solo un susto. Nunca él se había sentado ahí; después de este golpe no se sienta más", escribió Mica en sus historias, acompañando las imágenes con una reflexión sobre los peligros cotidianos en la crianza. "Los accidentes pasan en un abrir y cerrar de ojos", agregó, como quien trata de poner en palabras ese escalofrío que recorre el cuerpo después del miedo.
Pero lo que parecía una publicación bien intencionada para crear conciencia sobre los riesgos domésticos rápidamente se convirtió en un campo de batalla digital. Cientos de usuarios opinaron sobre la decisión de la pareja de hacer público un momento tan íntimo y vulnerable. "¿Era necesario mostrarlo?"; "¿Y el padre no podía dejar el celular?", apuntaron algunos comentarios que, seguramente, piensan que se puede tener a los chicos controlados 24/7. Otros, directamente, cuestionaron el hecho de que, tras compartir el accidente, Viciconte continuara con contenido publicitario en sus redes, lo que avivó las acusaciones de "sobreexposición infantil".
En efecto, Fabián Cubero aparece en el video con el celular en la mano, lo que encendió otra llama en la conversación: la de la atención parental en la era del smartphone. "El celular no se suelta ni cuando el hijo se cae", escribió una usuaria, visibilizando una tensión que muchas familias conocen bien: el desafío de estar presentes en cuerpo y mente. A pesar del aluvión de críticas, la pareja también recibió el respaldo de muchas madres y padres, que empatizaron con la situación y compartieron experiencias similares. "El mío se cayó de la cama y terminó en la guardia", escribió una seguidora. "Son accidentes que te rompen el alma pero pasan igual", opinó otra.
En medio del revuelo, Viciconte reflexionó con honestidad: "Uno de mis mayores miedos como mamá es que a mi hijo le pase algo... pero no podemos estar las 24 horas controlándolo todo. Los chicos se caen, se golpean, se lastiman, y aunque nos duela más a nosotras que a ellos, es parte de crecer". La caída de Luca -y su inmediata transformación en contenido de redes- reabrió el debate sobre los límites de la exposición infantil en el mundo digital. ¿Cuánto se puede mostrar? ¿Qué parte de la vida familiar debe mantenerse al resguardo del like? ¿Es lo mismo advertir que exhibir?
Lo cierto es que esta no es la primera vez que la familia Cubero-Viciconte convierte un momento privado en una escena pública: semanas atrás, ya habían compartido otra situación doméstica en la que etiquetaban a una marca de seguridad que provee las cámaras instaladas en su hogar. En esta ocasión, el producto fue el propio accidente. Mientras tanto, Luca ya está bien, jugando, saltando y corriendo como cualquier niño de su edad. Sus padres, como tantos otros, siguen intentando equilibrar la vida familiar con la exposición mediática. Y las redes, implacables, siguen observando, esperando cualquier desliz para cuestionar, criticar y atacar.